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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Obras menudas

Tras un antecesor más bien dado a la risa fácil y floreada cual aquella que se hizo famosa en la dictadura, pero incapaz de descender a las minucias cotidianas de los madrileños, aunque, eso sí, muy dado a las obras faraónicas de las que dejan huella y votos, aparece usted, señor Ruiz-Gallardón, trayéndonos un soplo de aire fresco y pensamiento gallardo, incluso para los que no le hemos votado. Pero ahora resulta que su actuación estrella, quizá contaminada y contagiada del síndrome tunelero, también olvida lo cotidiano. Me explicaré sin pretensión exhaustiva:

Me encuentro desamparadamente buscando la calle de Gregorio del Amo. Creo estar en ella, según mi guía, pero no existe ningún rótulo que me lo confirme. Me dirijo hacia lo que parece ser una glorieta. En efecto, allí confluyen nada menos que cinco calles y una boca de metro; pero ¡oh, milagro!, ni la glorieta ni ninguna de las cinco esquinas tiene rótulo. Acordándome de mis experiencias en el extranjero, me acerco confiado al panel del gran plano situado en la entrada del metro, de cuya lectura tan excelente información he obtenido siempre en Londres y París; pero he aquí que "uno de los mejores metros del mundo" ha olvidado el detalle de incluir o rotular las calles próximas que circundan su entrada, resultando que el plano sólo debe servir como mobiliario urbano floreado cual alcalde anterior. Ya en mi casa pude resolver el enigma: la glorieta era la plaza de la Isla Alborán y, entre sus cinco bocacalles, una era la que yo buscaba, pero inédita en el plano del metro y sin nombre en sus propias esquinas.

¿No cree, señor Ruiz-Gallardón, que sería sensato y razonable emprender una política de obras menudas cercanas al ciudadano, entre ellas rotular las calles, cuyo 20% o 30%, según mis burdos cálculos hechos a ojímetro, siguen todavía sin bautizar?

No voy a extenderme, por ejemplo, en la cantidad de fincas que carecen de su correspondiente numeración, o de la anarquía de los paneles indicadores de direcciones de entrada y salida de la ciudad, o de los camiones que salen de las obras de vaciado sin que nadie les aplique una manguera de agua para que no embarren las calles, o de la ausencia de pistas para bicicletas en la Casa de Campo...

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