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Una boda sin enlace

La concejala de Cultura y Turismo del Ayuntamiento de Oviedo, Carmen Manjón, y el presidente de la Casa de León en Madrid, José Rafael Álvarez, contrajeron ayer matrimonio en Astorga, al estilo maragato, pero no consumaron el acto, ya que se trataba de un simulacro de boda como antaño se hacía en tierra de arrieros. Comenzó el pasado viernes en Astorga, con gigantes y cabezudos y una fiesta popular con bollos y vino, y concluyó a primera hora de la tarde de ayer con un buen cocido maragato para más de 500 personas. El camino entre la casa del supuesto novio y la de su futura esposa -ambos de origen maragato- se roció de paja previamente para dar a conocer al resto de vecinos el amor entre ambos. Durante la misa, el pañuelo de color claro de ella se cambia por otro granate, lo que a ojos de la Iglesia significa el nuevo estado civil. Todo ello aderezado con cantos, bailes y ramos de flores. El popular arroz es aquí sustituido por trigo como signo de fecundidad. "Que tengan hijos a docenas, y a centenares los mulos", dice el cantar popular. Las mozas amigas de la novia le hacían el colchón con lana de oveja. Las piezas únicas de joyería y los trajes bordados utilizados fueron cedidos para la ocasión por particulares. Fajas y refajos de fieltro, lana y seda centenarios que quieren recuperar una tradición en vías de extinción.

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