'Sin papeles' por la carretera
Varias organizaciones aseguran que la mayoría de los inmigrantes conducen sin carné o lo obtienen fraudulentamente
Septiembre de 2003 fue un mes aciago para las autoescuelas españolas. "Nos quedamos sin alumnos ecuatorianos y colombianos", afirma Manuel Maceiras, de la Federación de Autoescuelas Gallegas. La razón fue que entraron en vigor sendos acuerdos con Ecuador y Colombia por los cuales el permiso de conducir de esos países se canjea automáticamente por una licencia de conducir española, y viceversa. "Alumnos que no tenían carné, nada más salir el convenio, de repente lo tenían", explica: "Sabemos que en su país se compra el carné por 30 euros. Ellos mismos nos lo decían".
Las autoescuelas, junto a organizaciones de víctimas del tráfico, como Stop Accidentes, o de conductores, como RACE, denuncian que estos canjes suponen una amenaza para la seguridad del tráfico, porque el modo de obtener el carné en algunos países es, cuando menos, dudoso. "Hay casos en toda España de gente matriculada en autoescuelas que no tenía carné de su país y en unos días lo consiguió, no se sabe cómo, y lo convalidó", añade Maceiras. Fue tal la avalancha que agentes de la policía de Ecuador llegaron en diciembre a España y abrieron una oficina en la embajada para renovar carnés caducados hacía años, para que pudieran ser canjeados.
"A un español le cuesta 900 euros el carné y a ellos les canjean uno comprado en su país"
Tráfico convalidará 200.000 permisos de conducir marroquíes a partir de fin de mes
La Dirección General de Tráfico canjea actualmente los permisos de conducir de los países de la UE y su zona de influencia (Islandia, Liechtenstein, Noruega, Suiza y Andorra). Pero también los de Corea del Sur, Japón, Bulgaria, Colombia y Ecuador. La DGT acaba de anunciar que a partir del día 27 se canjearán también los carnés de Marruecos. El efecto ha sido inmediato. "Los marroquíes han dejado de ir a las autoescuelas en cuanto se ha sabido", dice Ireño Martín, profesor de la autoescuela Pozuelo 87 y miembro de la asociación Stop Accidentes.
La Dirección General de Tráfico canjeó 71.911 permisos extranjeros en 2002. El año pasado, la cifra aumentó hasta los 125.167. La previsión de canjes para los marroquíes es de 200.000 permisos, según fuentes de la DGT.
Los inmigrantes con carné de conducir marroquí o que lo obtengan a partir de ahora se sumarán a los miles de extranjeros que conducen sólo con la formación vial de sus países de origen. Ejemplos no faltan de lo que esto supone. Mariano Álvaro, director de dos autoescuelas en Madrid, recuerda a un alumno ecuatoriano sorprendido por la prudencia de los españoles: "Me comentaba que en su país, cuando vas a llegar a un cruce, lo normal es acelerar a tope para acobardar al que viene por el otro lado y hacer que frene".
Isabel López, de la gestoría del RACE, declara que en esta entidad están "indignados de que a un español le cueste 900 euros sacarse el carné y a ellos les canjean permisos comprados". Cita ejemplos como el de un boliviano con un permiso de conducir que sólo tenía validez por un año: "Me explicó que no tenía dinero para comprar uno con más tiempo de validez".
El ex director de la DGT y actual presidente de la Fundación Mapfre, Miguel Muñoz, coincide en calificar de "barbaridad" el canje de permisos. "Lo tradicional era canjear los de la UE y los de algún país del que se tiene la seguridad de que son homologables. Por ejemplo, no se canjean los de Estados Unidos porque la exigencia varía mucho de unos estados a otros", explica. "Un canje basado en la reciprocidad es potencialmente malo para la seguridad, porque nada garantiza que las condiciones reales de obtención sean homologables, diga lo que diga la norma", concluye.
En respuesta a estas opiniones, la DGT afirma que los convenios de canje no los firman ellos sino el Ministerio de Exteriores. "Nosotros oficialmente no sabemos cómo se obtiene el carné allí, sólo sabemos la información oficial de cada país", explica Fernando Muñoz, jefe del área de Formación y Comportamiento de Conductores. A título personal, afirma: "Yo sospecho que en muchos casos han sido razones políticas las que han llevado a firmar los convenios".
Cuando un extranjero llega a España, puede conducir con el permiso de su país durante seis meses. Si no está escrito en español, puede obtener un certificado de validez del RACE que le permite utilizarlo. Isabel López explica que "después de ese tiempo, si están regularizados y tienen residencia, deben sacarse el carné como un español si no hay convenio de canje con su país. Si están irregularmente, lo están a todos los efectos". Surge entonces un segundo problema: "No tienen posibilidad de obtener un carné de conducir, y conducen ilegalmente". Aunque nadie se atreve a estimar la dimensión del problema, en esta situación "hay muchos", según Isabel López. "Yo diría que tantos como inmigrantes irregulares en España", afirma.
Uno de los ejemplos más dramáticos de la situación, citado por todos los entrevistados, es el de cinco inmigrantes bolivianos que el viernes 7 de mayo se saltaron un paso a nivel perfectamente señalizado en Hellín (Albacete). Un tren Altaria los arrolló y arrastró el coche 500 metros. Murieron todos. Se saltaron el paso a nivel porque el conductor no tenía permiso y los seguía la Guardia Civil.
Jeanne Picard, presidenta adjunta de Stop Accidentes, opina que esto es consecuencia directa de la falta de formación: "El boliviano intentó saltarse el paso a nivel porque creía que lo podía hacer. No iba borracho ni nada. Para él debía de ser normal que el tren vaya más despacio que el coche".
A pie de autopista, el teniente Herrera, jefe del destacamento de la Guardia Civil de Tráfico de Arganda (Madrid), añade a esta explicación el hecho de que "conducir de forma ilegal provoca conductas de riesgo añadidas", como huir de la autoridad. Herrera identifica a un inmigrante sin carné porque "normalmente va con un coche de más de 10 años y conduce muy lento y torpe". Añade que, de los inmigrantes implicados en accidentes, "en un 85% de los casos no tienen carné de conducir". "Cada vez hay más problemas causados por inmigrantes sin carné", estima Herrera, ya que, por necesidad, "compran vehículos de segunda mano y se lanzan a conducir".
Incluso si han obtenido la licencia por la vía normal de su país, Herrera opina que "hay países que están menos preparados" en educación vial. "Yo he estado en Nicaragua impartiendo seguridad vial. Allí el examen práctico consistía en conducir con la mano un cochecito por una maqueta".
A los problemas causados por los convenios de canje y por quienes se arriesgan a conducir ilegalmente, se suma un tercer problema, que es el de la proliferación de los permisos de conducir falsos. Isabel López afirma: "Intentan colocarnos muchos carnés no válidos o no registrados [falsos]", al pedir un certificado de validez de los permisos extranjeros.
A pesar de que distintos cuerpos de policía y la Guardia Civil colaboran con RACE, no es fácil detectar un permiso falso de otro país, por el desconocimiento de los originales. "Somos conscientes de que muchos de los carnés que validamos son falsos", admite López, "pero son muy difíciles de detectar". En 2003 RACE certificó la validez de 35.000 permisos. Entre el 5% y el 8% de las peticiones eran para carnés falsos. Fuentes policiales aseguran que sólo en Madrid se requisan al mes unas 60 licencias de conducir falsas. También afirman que hay formas de detectar la corrupción de algunos países al conceder permisos. "De repente aparecen muchos conductores con permisos de un país determinado que no son ciudadanos de ese país. Eso indica que están regalando los carnés", explican.
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