"El discurso del PP ha estado alejado de muchos andaluces"
Pregunta. ¿En qué situación se ha encontrado al PP andaluz?
Respuesta. He encontrado a sus dirigentes y afiliados muy animados y con ilusión de cara al futuro. También en una situación compleja porque hay que asimilar los resultados del 14 de marzo y la tristeza de la tragedia del día 11. Hay una buena base en el bien entendido de que tenemos que mejorar muchas cosas en la estructura interna y en la comunicación con la sociedad. Hay buenos cimientos para construir los equipos de la alternativa.
P. ¿Por qué sus mensajes iniciales fueron contra la resignación en su partido?
R. La resignación se ha instalado no sólo en una parte del PP sino también en una parte importante de la sociedad andaluza. Consiste en que hagamos lo que hagamos siempre va a ganar el PSOE. Ése es mi primer enemigo. Mi objetivo es la alternancia y quiero contar con los militantes, con los centristas que no han estado en política y con personas moderadas de izquierda que creen que a Andalucía le viene bien la alternancia.
"Me apasiona ser presidente de la Junta de Andalucía y no pienso en otra cosa"
P. ¿Cómo quiere vencer esa inercia?
R. Con optimismo. Hay que hacer un diagnóstico claro y saber que aquí no hay un régimen, sino una democracia y que siempre llega la alternancia. Hace 15 años era imposible pensar que podíamos gobernar en las ocho capitales, y lo hemos hecho. La mejor terapia es dar el paso de ser oposición a ser alternativa de gobierno creíble. También hay otras cuestiones, internas y externas, importantes: la eficacia, cuadros centrados en su actividad y que no renunciemos a la presencia en ningún ámbito de la sociedad porque determinados sectores hayan estado más vinculados a la izquierda. Por ejemplo, tenemos que tener una comunicación permanente con los desempleados.
P. ¿Y las apelaciones al pensamiento crítico?
R. Tenemos que diagnosticar bien lo que piensan los andaluces. A veces el discurso del partido ha podido estar alejado del pensar de muchos andaluces, especialmente en las zonas rurales. Y siempre he dicho que una cosa es el PSOE, que gracias a las urnas es muy poderoso en Andalucía, pero otra cosa es el poder socialista.
P. ¿Qué quiere decir con el poder socialista?
R. Es el resultado de multitud de ramificaciones sociales que tiene el PSOE, porque su concepción es muy diferente a la nuestra. He sido partidario y he practicado el diálogo político y social, pero otra cosa es la intervención permanente en sectores de la sociedad como si fueran apéndices del PSOE. Y los que competimos políticamente estamos en desigualdad. En Andalucía es muy difícil encontrar a personas con 40-50 años que no hayan tenido algo que ver con el PSOE. Esa penetración hace perder viveza a la sociedad, pero se ha demostrado como una estrategia eficaz.
P. Pero también estará que el PP no ha sido capaz de construir una alternativa creíble.
R. Nosotros tenemos que profundizar en el centro político. Quiero que el PP andaluz sea el más centrista de España y el más próximo a los problemas ciudadanos. Hay otra clave: las caras y los ojos de los equipos. Quiero que en el PP se vean caras y ojos de futuros gobernantes, no de oposición.
P. El discurso del centrismo ya lo trajo en el 1993 y 11 años después lo recupera. ¿No llegaron entonces o lo han perdido en los últimos años?
R. En el centrismo no tengo problemas, porque es que me sale. El centro es una forma de hacer política, tiene que ver con la competitividad y la solidaridad. Es tener convicciones y valores muy firmes. El partido ha venido manteniendo el centrismo pero hay que profundizar más en él. Lo que ha pasado en los últimos años tiene que ver con otras cuestiones. La política de confrontación de la Junta, que se ha disuelto como un azucarillo en un mes, ha dado réditos electorales al PSOE.
P. Usted, que sabe de encuestas, es consciente de que los andaluces identifican al PP como un partido bastante de derechas.
R. Conozco esos análisis. Por eso los diagnósticos del PP deben ser compartidos por la mayoría de la sociedad. Si se yerra en el diagnóstico, se errará en la acción política. Uno de nuestros problemas es que todavía no se nos ve todo lo centristas que somos.
P. Su regreso parece trasladar la idea de que no había nadie que pudiese tirar del carro del PP en Andalucía.
R. El trabajo de Teófila Martínez ha sido extraordinario. Revela mucha grandeza que Teófila y Antonio Sanz estén trabajando al 100% en los cambios que se han producido en los últimos tiempos. Mi regreso es muy natural porque nunca me he desvinculado del partido en Andalucía.
P. Sin embargo, sin la debacle del 14 de marzo usted...
R. En Andalucía estamos dando un ejemplo a nivel nacional de lo que es seriedad y aceptar bien las cosas. Para el PP no ha sido fácil lo que ha pasado. Del 11 al 14 de marzo fueron días muy dramáticos. Pero dentro del partido se ha instalado una gran cultura en torno a la cohesión y la unidad. Conocemos la historia y está muy instalado que la unidad es necesaria. En 1996, tras perder las elecciones, el PSOE vivió una gran crisis. En el PP no se ha producido ni se va a producir.
P. ¿El 13 de marzo intuía que perdían las elecciones?
R. Estoy marcado por el día 11, por los hospitales y los cadáveres en Ifema. Tuve la sensación de que el panorama político podía cambiar el 11 por la carga sentimental de la sociedad. Luego lo ha demostrado el CIS, que nos viene a decir que dos millones y medio de españoles o decidieron votar, cuando no tenían pensado hacerlo, o cambiaron la intención de su voto. Hay que respetar la victoria del PSOE y felicitarlo, pero no se puede confundir la realidad con lo políticamente correcto.
P. ¿Por qué ha querido anunciar ya su candidatura autonómica en 2008 e incluso en 2012?
R. Porque aquí hay que estar todo el día pendiente del PSOE, que iba a decir que el PP entraba en una gran crisis interna, algo que se ha solventado. Mariano Rajoy me había pedido que le siguiera acompañando en la política nacional. Y finalmente, hablando con Teófila, Mariano Rajoy y José María Aznar quedamos en presentarme a la Junta Directiva para ser presidente del partido en Andalucía. El segundo paso del PSOE era decir que Arenas sólo vuelve como un parche, pero que aquí no hay un liderazgo claro. He querido dejar claro que voy a dedicar el 100% de mis fuerzos a intentar ganar en 2008 y, si mejoramos los resultados, continuaré intentándolo.
P. ¿Su carrera política va a estar definitivamente en Andalucía?
R. Sí. Tengo la impresión de que gran parte de mi carrera política está hecha. Soy un andaluz bastante modesto, que tengo más que ver con el andaluz de pueblo que con el de ciudad. Cómo iba a imaginar ser ministro en tres departamentos, vicepresidente segundo del Gobierno y secretario general de mi partido. Mis aspiraciones políticas están bastante colmadas, pero Andalucía es mi pasión y me apasiona ser presidente de la Junta de Andalucía, y no pienso en otra cosa. No pienso que vaya a volver al escenario de la política nacional. Ayudaré a mi partido, pero jugar un papel relevante en la política nacional, eso se ha terminado.
P. ¿El hacer oposición desde fuera del Parlamento no va a ser una desventaja excesiva para los próximos cuatro años?
R. No, depende de que uno se canse o no y en mi caso no va a ocurrir. Yo tengo un ámbito parlamentario, que es el Congreso de los Diputados, y ahí voy a trabajar por Andalucía. Mi trabajo fundamental es patearme Andalucía. Estaré en las ocho provincias cada dos meses. Me quedo tranquilo por el flanco del Parlamento con Teófila y Antonio y el grupo, que es muy bueno.
P. El presidente y el secretario general del PP están fuera del Parlamento. ¿Hubo falta de planificación en las listas electorales?
R. No, lo que pasa es que lo que ha sucedido no estaba previsto. Evidentemente, las listas no estaban pensadas para lo que ha pasado.
P. Los dos máximos referentes del PP en los últimos años, Teófila Martínez y Antonio Sanz, siguen siendo las personas que representan al PP en el Parlamento. ¿Por qué ha querido ...
R. Es la renovación por adición. Se ha dado un mensaje positivo con el cambio en la dirección del partido, pero Teófila Martínez y Antonio Sanz tienen mucho que decir. Es importante que se instale en la organización que vienen nuevos tiempos, pero eso no significa que los que estaban desaparezcan del trabajo del partido.
P. ¿No habría sido mejor introducir también nuevas caras en el Parlamento?
R. Habrá nuevos protagonismos en el Parlamento. En el PP habrá muchas más caras en los próximos cuatro años que en los últimos cuatro. Hace falta que emerjan nuevas caras del partido y hace falta incorporar gente de fuera. Pero no me debo equivocar en la administración de los tiempos. Sería un error intentar hacer en tres meses lo que hay que hacer en cuatro años. La operación alternancia exige una buena administración de los tiempos.
P. Llevan años haciendo planes para las zonas rurales sin que nada haya funcionado.
R. Hoy hay dos Andalucías. Una es la del mar, la costa, los servicios, el turismo y la agricultura competitiva. Esta Andalucía empieza en Lepe y termina en Almería y hoy es muy PP. La Andalucía del interior es nuestro reto. Un objetivo es conseguir liderazgos locales con los que se puedan identificar los vecinos del pueblo. Luego, presencia permanente y comunicación con los sectores sociales. Tenemos que meternos en profundidad en estos municipios y saber cuál es la lejanía del PP en relación con esos sectores. Tenemos que hacer un esfuerzo económico para que nuestro mensaje llegue a los ciudadanos y competir informativamente con la Junta.
P. En los ocho años de Gobierno han tenido los medios y no lo han conseguido.
R. No es precisamente en materia de comunicación en la que habría que poner una nota alta al Gobierno del PP. Hemos suspendido en política de comunicación.
P. ¿Por qué la autocrítica ha de ser de puertas para adentro?
R. La vida hay que verla con alegría y en los tristes no confía nadie. Tras lo que ha pasado, más que ir a la flagelación hemos ido a decir que hay cosas que hemos hecho regular y que hay que corregir. No se puede estar todo el día en la autocrítica. Los ciudadanos no confían en partidos desunidos, mucho más si es por ambiciones personales.
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