Presión vendedora

Los inversores continúan desconfiando de la actual coyuntura, en la que el crecimiento de las tensiones inflacionistas compite con los problemas geopolíticos para enrarecer el ambiente. Para colmo de males, los inversores españoles, o aquellos que invierten en valores españoles, hacen gala de una sensibilidad extrema que parece impedirles acercarse a la renta variable, incluso con unos niveles de precios razonablemente atractivos.

Con este panorama, la caída del Ibex 35 volvió a destacar sobre el conjunto de las bolsas europeas con el 1,10%. Tras este nuevo descenso, el principal índice de la Bolsa española queda por debajo de los 7.800 puntos y las ganancias anuales se ven reducidas al 0,55%. El índice general de la Bolsa de Madrid perdió ayer el 0,94%. París perdió el 0,30%; Francfort, el 0,57%, y Londres, el 0,27%, mientras que el índice Dow Jones subió un 0,02%.

La acumulación de pérdidas en esta semana ha sido la mayor del año, lo que la convierte en la peor del ejercicio, con una caída total del Ibex 35 del 3,08%. El índice general de la Bolsa de Madrid pierde en estos días el 2,96%.

La contratación en el Mercado Continuo mejoró ligeramente al aumentar la absorción de papel. El total negociado fue de 3.324,87 millones de euros, con más de 1.300 millones a cargo de las operaciones institucionales.

A la mayoría de los analistas y de los inversores no les queda ninguna duda de que esta coyuntura es la peor que se ha vivido en mucho tiempo, no tanto por las expectativas de un ajuste al alza de los tipos de interés en Estados Unidos y puede que en la eurozona como por la incertidumbre internacional que favorece el encarecimiento del petróleo y cierra el círculo de los despropósitos.

Los datos económicos conocidos ayer volvieron a leerse en clave negativa y, así, el avance de crecimiento del PIB en la eurozona, con el 0,6%, lejos de celebrarse se vio como una amenaza, al igual que sucedió con el IPC subyacente en Estados Unidos. Para colmo de males, la confianza de los consumidores estadounidenses quedó estancada en mayo.