Antonio Pérez, 'El Pere', banderillero

Los restos mortales de Antonio Pérez, El Pere (Ecija, 1964) fueron paseados a hombros el pasado día 5 por el ruedo de la plaza de toros de su localidad natal. Banderillero de profesión, había fallecido el día anterior en el hospital Reina Sofía de Córdoba debido a un "fallo multiorgánico". El torero se encontraba ingresado en la unidad de cuidadados intensivos de este centro sanitario desde el pasado 19 de abril, cuando fue encontrado en gravísimo estado en el interior de su automóvil tres días después de sufrir un accidente de tráfico. Antonio Pérez viajaba de Sevilla a Madrid, donde iba recoger sus utensilios para la nueva temporada, cuando por causas que se desconocen el vehículo de salió de la carretera a la salida de la capital cordobesa, quedó ocultó entre la maleza y pudo ser encontrado tres días después a raíz de la denuncia por desaparición presentada por la esposa del toreo.

Antonio Pérez, El Pere, una persona humilde, de gran simpatía personal y con una afición desmedida por el mundo de los toros, había desarrollado toda su vida profesional en la cuadrilla de Manuel Díaz, El Cordobés, a cuyas órdenes toreó durante catorce temporadas. Era un subalterno de enorme prestigio por su facilidad con las banderillas, lo que quedó reconocido en el año 1996, cuando fue distinguido con el premio al mejor banderillero de la Feria de Abril por el jurado de la Real Maestranza de Caballería. Porteriormente, en 2002, el equipo médico de la plaza sevillana, dirigido por el doctor Ramón Vila, le concedió al premio al Quite Providencial.

El Pere nació en la localidad sevillana de Écija el 25 de noviembre de 1964. Se presentó con picadores en 1988 en Priego de Córdoba, y, desde sus comienzos, destacó por su conexión con el público, su toreo tremedista y su facilidad lidiadora. Muchos le auguraron entonces una exitosa carrera. Cuando se presentó en Sevilla el 7 de mayo de 1989 llegó precedido de una enorme expectación. Repitió en la misma plaza el misma plaza el 21 del mismo mes, y cumplió la que, al parecer, fue su más firme promesa: "Si esta tarde no salgo por la Puerta del Príncipe, me retiro". No salió y ése fue su último festejo como novillero.