"No hemos prestado a América Latina la atención debida"
A sus 89 años, David Rockefeller aguanta estos días un considerable ajetreo. La presentación en Madrid de sus Memorias, editado por Planeta, le ha llevado de medio en medio contando cómo ve el mundo este magnate, nieto del fundador de la Standard Oil, tras los sucesos del 11-S. Impecablemente vestido -traje de raya diplomática y discreta corbata-, el ex presidente del Chase Manhattan Bank, la institución a la que dedicó casi 35 años, se muestra satisfecho con la marcha de la economía internacional, no prevé una crisis del petróleo y pide más atención a América Latina. El 11-S vio desplomarse las Torres Gemelas, conocidas con su nombre y el de su hermano Nelson, desde uno de los edificios del Rockefeller Center, la obra emblemática de la familia -ahora ya fuera de su propiedad- que ha atado firmemente su apellido a la ciudad de Nueva York.
"Los bancos están involucrados en casi todo lo que interesa en el mundo"
Pregunta. En su libro dice que, por primera vez desde Pearl Harbour, ese día sintió "una sensación física de terror hacia el futuro". ¿Qué siente dos años y medio después?
Respuesta. En realidad, lo que sentí es que nuestro mundo estaba amenazado, y me di cuenta también de que hay gente que odia a Estados Unidos. El porqué es difícil saberlo, quizás por envidia, o porque nosotros tenemos bastante de todo y muchos tienen bastante poco.
P. ¿Cuál cree que es la responsabilidad de Occidente en esta situación?
R. Probablemente no hayamos sido lo suficientemente considerados con los sentimientos de otras gentes y hayamos estado demasiado pendientes de nuestros propios intereses sin tener en cuenta las ideas o los deseos de los demás.
P. ¿Cómo cree que serán los próximos años?
R. Pienso que la economía va muy bien, y eso es un aspecto muy importante y positivo. Además, tengo la esperanza de que Occidente, y Estados Unidos muy en particular, se dará cuenta de que tenemos ciertos problemas de relación con otros pueblos a los que habrá que prestar atención.
P. Meses después del 11-S reconoce que se sentía "alentado" por el liderazgo de Bush. ¿Sigue así?
R. Mucha gente sigue confiando en él.
P. ¿Y usted?
R. Yo también. Claro, hay cosas que me gustan más y otras que no me ha gustado como las ha hecho, pero en general me parece muy bien.
P. ¿Qué no le ha gustado exactamente?
R. Hubiera preferido que hubiera contado más con el consejo y la cooperación de nuestros aliados, particularmente a raíz de los hechos del 11-S.
P. ¿En la guerra de Irak?
R. Sí.
P. ¿Le gusta la política económica de Bush?
R. Hay que tener cuidado con la deuda, que está creciendo demasiado. Eso me preocupa, porque financiarla es una carga que soportan luego generaciones posteriores.
P. El precio el petróleo no para de subir. ¿Puede haber otra crisis energética?
R. No veo ninguna señal por el momento para que eso ocurra.
P. ¿Cree que Irak ha hecho olvidar a la Administración de Bush otras iniciativas?
R. ¿Por ejemplo?
P. El Tratado de Libre Comercio en América Latina.
R. América Latina es muy importante para nosotros, y hemos estado tan preocupados con otros asuntos que no la hemos prestado la atención que se merece. Me disgusta que Estados Unidos no haya apoyado con más fuerza el Tratado de Libre Comercio de América. A mí me parece una propuesta muy seria que Bush apoyó inicialmente.
P. ¿Cómo ve la situación económica en la región?
R. La mejor se da en México y Chile. En otros países es menos buena, y habrá que ver la evolución en Argentina y Brasil, que son muy importantes.
P. ¿Cree en la política del presidente Lula?
R. Creo que él es ahora una persona más creíble que antes de acceder al poder, cuando algunos pensaban que era incluso peligroso. Las medidas que ha ido adoptando se ha visto que eran las que podía adoptar.
P. ¿Volverán los bancos norteamericanos a América Latina, o todavía no han olvidado la crisis de los ochenta?
R. Los bancos retiraron parte de sus inversiones y de sus créditos, pero no se fueron, todavía están allí.
P. Usted ha ejercido de espía, de embajador sin cartera, de filántropo, ha estado cerca de ser político. ¿Por qué eligió ser banquero?
R. Porque los bancos están involucrados en casi todo lo que interesa en el mundo y juegan un papel muy importante en cada país.
P. Su peor experiencia en el Chase fue un escándalo por ocultación de pérdidas imputado a uno de sus ejecutivos cuando usted era presidente de la entidad. ¿Qué pensó cuando se descubrieron casos como los de Enron o WorldCom?
R. El asunto del Chase se hizo sin mi conocimiento y asumí mi responsabilidad. Los otros casos que cita son distintos. Por lo que sé, los líderes de esas corporaciones se han involucrado en prácticas deshonestas e ilegales. Algo realmente increíble para mí. Un shock.
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