El ex gerente de Amappace niega que abusara de una minusválida

José Colomina, ex gerente de la Asociación Malagueña de Padres de Paralíticos Cerebrales (Amapacce), se defendió ayer con serenidad de la acusación de haber abusado sexualmente de una minusválida durante 12 años (entre 1990 y 2002). Llorens, en la primera jornada del juicio que celebra la sección segunda de la Audiencia Provincial de Málaga, aseguró que la acusación era una fabulación de la chica, según los presentes en la vista, a la que no pudieron acceder los periodistas. El fiscal pide para Coromina 10 años de cárcel y una indemnización de 150.000 euros. Otra joven, J. G. C., le acusa de haberle tocado los pechos.

La minusválida se llama Vanesa y hoy tiene 24 años. Es paralítica cerebral. Vivía en la residencia de la de Amapacce y ahora reside en un centro de Huelva. Colomina, con una actitud fría según dos de los presentes, se defendió de las acusaciones sin inmutarse, de la misma forma que entró y salió de la sala ante la prensa. Amapacce pide otra indemnización de 150.000 euros.

El abogado defensor Teodoro Gross afirmó que el acusado "se ha declarado inocente, como lo venía haciendo desde que se inició la instrucción", y consideró "que está sufriendo un juicio injusto". Según el escrito de acusación del fiscal, el hombre, con la intención de "satisfacer sus deseos libidinosos", trasladaba a la joven a su despacho, donde, tras ponerla en una colchoneta, le mostraba imágenes eróticas, la besaba, desnudaba y la obligaba a tocarle los órganos genitales con la boca.

El juicio, con 38 testigos y 11 peritos, continuará el día 17, con la declaración de la joven, y el 18. Está previsto que termine el 24, con los informes de las partes. Vanesa declarará el lunes sin ver a Colomina. En la puerta de la Audiencia se congregaron medio centenar de personas en apoyo a Vanesa. En el juicio declararon dos neurólogos, dos psiquiatras y dos rehabilitadores. Éstos aseguraron que una joven con el 95% de minusvalía mental como Vanesa puede sufrir estos abusos, según la abogada de la acusación particular Carmen Rubio. La defensa mantenía lo contrario, siempre según Rubio.