El cambio en el discurso de la Junta

La autopista AP-4, que une Sevilla y Cádiz, es la única vía rápida de pago sin autovía alternativa en Andalucía. Para acabar con este "agravio comparativo", el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, lleva cinco años reclamando la eliminación de los dos tramos de pago situados en Jerez de la Frontera (Cádiz) y Las Cabezas de San Juan (Sevilla). Estos son los distintos planteamientos que ha mantenido la Junta de Andalucía sobre este asunto.

- A partes iguales. En 1999, Chaves planteó por primera vez al entonces ministro de Fomento, Rafael Arias Salgado, que la Junta y el Gobierno sufragasen a partes iguales el coste de la compensación a Aurea (concesionaria de la explotación hasta 2019) por el lucro cesante que dejaría de ingresar a través de un canon anual que podría rondar los 18 millones de euros. Esta propuesta, definida como un rescate en la sombra, fue rechazada sistemáticamente por Arias Salgado, primero, y por su sucesor, Francisco Álvarez Cascos, en 2000, 2001 y 2002. Como alternativa a la propuesta de Chaves, la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez incumplió dos promesas de liberar la autopista al mismo tiempo que unos tramos de autopistas catalanas (en diciembre 1999) antes de las elecciones andaluzas de 2000.

- Rescate en solitario. En enero de 2004, Chaves aseguró que la Junta rescataría en solitario los 88 kilómetros de pago, siempre que Fomento le transfiriese la titularidad para que el Gobierno andaluz pudiera negociar directamente con Aurea la supresión del peaje. "Si me transfieren la titularidad, llego a un acuerdo con la empresa de inmediato", afirmó. Álvarez Cascos reiteró que el Ejecutivo no gastaría "ni un solo euro" en liberar autopistas.

- Promesa electoral. El PSOE incluye en su programa electoral la liberación completa del peaje para que circular entre Sevilla y Cádiz sea gratis.

- Matiz en la investidura. En su discurso de investidura, Chaves garantizó que la Junta plantearía "el rescate del peaje en vías que discurren por áreas metropolitanas y aquellas que no tienen una alternativa de gran capacidad". Sin embargo, Chaves añadió: "En este sentido reclamaremos una solución que permita realizar el trayecto Sevilla Cádiz por una vía de alta capacidad sin peaje ofreciendo nuestra colaboración en las actuaciones correspondientes". Estas palabras introdujeron un "matiz ambiguo", según PP, IU y PA, que han exigido a Chaves que sea más explícito y explique la fórmula y los plazos que baraja.

- Eliminar los dos peajes. Fuentes de la Junta y del PSOE aseguraron después que el mensaje de Chaves consistía en eliminar el peaje de Jerez y quitar momentáneamente el peaje de Las Cabezas durante el tiempo que duren las obras para convertir en autovía los tramos de la A-4 que aún no están desdoblados, entre el aeropuerto de Jerez y Los Palacios.

- Sólo el peaje de Jerez. Manuel Chaves y la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, sólo garantizaron el pasado martes la supresión del peaje de Jerez y la duplicación de la carretera nacional. Obviaron el rescate en la sombra de Las Cabezas hasta que esté finalizada la autovía entre Cádiz y Sevilla. Esta propuesta contradice la promesa electoral del PSOE, que aseguró que circular entre Sevilla y Cádiz sería "gratis". Si no se rescata temporalmente el peaje de Las Cabezas, habrá que esperar a que concluyan las obras de la A-4 -entre cuatro y siete años- para que este compromiso se cumpla en su integridad.

- Nueva petición. La Diputación de Cádiz; todos los partidos políticos, incluido el PSOE gaditano; sindicatos; empresarios y los alcaldes de la Bahía piden a la Junta de Andalucía que también rescate temporalmente el peaje de Las Cabezas.

Fuentes de la Consejería de Obras Públicas calculan que rescatar este tramo de pago -con concesión administrativa hasta 2019- puede costar entre 150 y 200 millones de euros en función del número de vehículos diarios que utilizan este peaje.

Los aproximadamente 6.000 turismos que pasaron diariamente de media en 2002 dejaron unos 11 millones de euros. Hay que multiplicar esta cantidad por los 15 años que restan de concesión, a lo que hay que sumar el previsible aumento del tráfico.

Las obras de la conversión en autovía de la A-4 son sensiblemente menos costosas: unos 100 millones de euros. Esta cifra es el resultado de multiplicar los 65 kilómetros que aún quedan por desdoblar por 1,5 millones de euros, lo que suele gastar de media una Administración por kilómetro de autovía.