1.438 andaluces acuden a las pruebas de acceso universitario para mayores de 25 años

El pasado fin de semana se realizaron las pruebas de acceso a la enseñanza superior para los mayores de 25 años en nueve universidades andaluzas, las de cada capital y la Pablo Olvide de Sevilla. En estos días se conocerán las notas de los 1.438 andaluces que han concurrido a las pruebas correspondientes a los cinco bachilleratos actuales. Las universidades andaluzas esperan que a finales de año se concrete el criterio de admisión para este tipo de acceso, que ha experimentado cambios en los últimos años.

Los exámenes son similares, pero no idénticos a los que realizan los alumnos que llevan el ritmo lógico y a los 17 ó 18 años entran en la universidad. La diferencia estriba en que las pruebas de selectividad se centran en los temas estudiados en el segundo curso de Bachillerato. La prueba para mayores de 25 años es más amplia e incluye materias de 1º de Bachillerato, ya que pasan por ellas personas de sistemas educativos muy antiguos.

Éste es el criterio que se sigue desde hace dos años, explica el secretario de la Comisión Coordinadora Interuniversitaria de Andalucía, Alfonso Bengoa. Las pruebas las realizan los mismos profesores que establecen los exámenes de selectividad y bajo las mismas condiciones de exigencias. "Aquí no se pasa la mano", recuerda Bengoa. Las carreras más solicitadas por los mayores de 25 años son las sanitarias, como Fisioterapia o Enfermería, estudios que exigen una nota muy alta.

Las universidades de Málaga, Sevilla y Granada concentran al 58,2% de los alumnos presentados en las pruebas este fin de semana. Aproximadamente el 15% de los 1.700 estudiantes que se matricularon en principio no se presentaron. Si ya parece afianzado el temario de los exámenes, aún está en el aire el criterio de admisión para acceder a la universidad con más de 25 años. En los últimos dos años, en Andalucía se ha dispuesto la única condición de la edad después de una sentencia que daba la razón a un alumno de la Universidad de Sevilla que no fue admitido en mayores de 25 años al tener otros estudios universitarios. Según Alfonso Bengoa, hasta el curso 1998-1999 sólo podían presentarse a estas pruebas quienes no tuvieran requisitos para acceder a la universidad. Esto chocaba con los intereses del alumno con la enseñanza preuniversitaria y cuya opción elegida en el bachillerato era distinta a la exigida en determinada carrera. Por ejemplo, un alumno de Letras que pretendía cursar Medicina estaría en la cola de la matriculación.

La norma se flexibilizó entre los cursos 1999-2000 y 2001-2002, periodo en el que la condición era la edad y no tener requisitos para cursar la carrera deseada. Pero a raíz de la citada sentencia, Andalucía dejó la única condición de la edad. Bengoa considera de justicia dejar la puerta abierta, aunque explica que existe un nuevo real decreto que vuelve a las condiciones históricas, más duras, y que entrará en vigor el próximo curso. Las universidades andaluzas pedirán al Gobierno central que aclare esta medida en un momento en que las políticas educativas del anterior Ejecutivo están paralizadas.

En la actualidad la demanda de mayores de 25 años ha bajado. Cada vez más, los alumnos acaban el ciclo lógico preuniversitario. Según Bengoa, el actual sistema funciona, ya que "más del 90% de los alumnos estudian su primera opción de carrera" dentro del cupo que las universidades dejan para el acceso a mayores de 25 años, establecido en un 3%. Aunque en la mayoría de las carreras el cupo no se cubre.