"El triunfo de la humildad y el trabajo sobre el dinero"
Roberto Fabián Ayala tensó la mandíbula y se abrazó a Santiago Cañizares al finalizar el partido que les hacía campeones. Su mirada seguía siendo la que atemoriza a los delanteros, aunque esta vez lucía lágrimas: "Después de un tiempo muy feo, esto es lo que me gusta: jugar bien y ganar títulos". El sentir mostrado por Ayala es el mejor ejemplo de la mezcla de alegría, orgullo y merecida relajación que llenó el corazón de los valencianistas al término del encuentro, agasajados por el público del Sánchez Pizjuán tras un partido intenso y emocionante.
Amedeo Carboni prefirió celebrar el título con una sonrisa mientras recorría el terreno de juego abrazado a Vicente. El italiano dedicó la conquista de la Liga a todos los valencianistas. Otros prefirieron acordarse de sus hijos y familiares.
El presidente del club, Jaime Ortí, saltó al césped para compartir su alegría con algunos de los cerca de 2.000 aficionados levantinos que estuvieron en Sevilla empujando a su equipo en el último capítulo de la conquista de la sexta Liga de su historial y la segunda en un plazo de tres años. Ortí se caló una peluca naranja y tan sólo acertaba a balbucear una mezcla entre castellano y valenciano; eso sí, evidentemente alegre.
Rubén Baraja mantuvo la calma que acostumbra a mostrar cuando encara a un portero y le dedicó varios elogios al equipo al que acababan de vencer y al que le había marcado un gol apenas diez minutos antes: "Ha sido un partido muy difícil porque el Sevilla ha jugado muy bien".
Y es que hasta que Baraja metió gol, en el minuto 89, los valencianistas no se relajaron. Fue especialmente llamativo que Rafa Benítez, el técnico, prefiriera corregir la posición de Xisco -había dado un espléndido pase de tacón en un momento clave- en vez de celebrar el tempranero gol de Vicente. "Es el triunfo de un equipo humilde, de mucho trabajo", sintetizó Ayala.
El director deportivo, Jesús García Pitarch, confesaba que las había pasado canutas durante el partido, especialmente complicado para su equipo en la segunda mitad, en la que el Sevilla se volcó y disfrutó de hasta media docena de ocasiones: "Hemos marcado demasiado pronto".
El capitán, David Albelda, insistía en la versión laboral para explicar el éxito: "Esta Liga es el triunfo de la humildad y del trabajo sobre otras cosas porque el dinero, en esta vida, no lo es todo. Tenemos en la plantilla gente muy humana y hemos trabajado todo el año a tope", dijo.
Los campeones prevén llegar a Valencia esta tarde tras pernoctar y almorzar en Sevilla.
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