BARÓMETRO
- Las olimpiadas culturales
El portal MSBNC publica una crónica de Sarah Andrews que titula recordando viejos tiempos: Barcelona alberga sus olimpiadas culturales. "Corredores, nadadores y saltadores puede que llenen Atenas este verano, pero Barcelona alberga otro tipo diferente de olimpiadas, cinco meses de foro intelectual y cultural para resolver los problemas del mundo".
El portavoz del Fórum, Oleguer Sarsanedas, un nombre que ya empieza a ser rutinario en las crónicas de los medios internacionales, explica a la periodista que la diferencia entre el Fórum y los Juegos Olímpicos o las expos es que en Barcelona no participan los Estados, sino las personas.
El reportaje se completa con las ya conocidas cifras sobre visitantes esperados, la nutrida agenda de espectáculos, etcétera.
- El festival de la paz echa chispas
En Internet se pueden leer, como mínimo, dos crónicas de Elizabeth Nash sobre el Fórum. Una en el Sunday Herald y otra en el New Zealand Herald. La periodista conoce la ciudad, su historia y la propia historia del Fórum y recoge las voces escépticas que ven en la renovación urbanística "una mina de oro para los especuladores". Tras dar una idea de la oferta del Fórum, Nash escribe: "Este exhaustivo cóctel recuerda los happenings de los años sesenta, aunque con un estilo y unos fondos que cualquier hippy consideraría una alucinación. Los organizadores admiten que se necesitan cuatro o cinco horas a lo largo de tres días para verlo con propiedad".
La periodista recuerda que en los terrenos del Fórum se asentó la inmigración de los años cincuenta en un entorno de pobreza y que un monumento recuerda que cerca de allí estaba un campo de fusilamiento franquista. Las reticencias políticas respecto a que el Fórum se quedara en un talk shop (tienda de palabras) crecieron cuando el Fórum, como tal, no se pronunció contra la guerra de Irak a pesar de tener la paz como lema.
El cambio político y la retirada española de Irak pueden hacer regresar a algunos críticos. El reportaje recoge los temores de algunos vecinos en que no se resuelva la carestía de la vivienda y que todo quede en un parque temático, aunque, concluye, en septiembre podemos encontrarnos con una Barcelona que ha ganado de nuevo.
- Una gran fiesta
El diario francés Le Monde hace referencia en su edición de ayer a la inauguración del Fórum 2004 de Barcelona, que define como "una gran fiesta de todas las culturas". Bajo el titular "Barcelona convoca al mundo a un Fórum de todas las culturas", publica una nota de su corresponsal en España sobre el Fórum 2004, que define como "una gran fiesta de todas las culturas", bajo la égida de la Unesco y el triple lema del desarrollo sostenible, la diversidad cultural y la creación de las condiciones para la paz. El diario señala que la pregunta generalizada desde hace más de un año es: "¿Qué va a ser realmente?", y la respuesta sigue siendo más o menos la misma: "No se sabe muy bien, pero será un enorme éxito". No es una exposición internacional, ni un festival de verano, ni una feria internacional y tampoco un acontecimiento deportivo, recalca, según informa Efe. Es "una gran fiesta" de las culturas y modos de expresión, una reflexión sobre la globalización, el saber y la protección del medio ambiente, un nuevo enfoque de acontecimiento internacional que los organizadores esperan que sea retomado por otras ciudades del mundo. Pero el Fórum de las Culturas 2004 es también el acondicionamiento o incluso la creación de un nuevo barrio y de nuevas infraestructuras, en una operación que unos calificaron de inmobiliaria y otros de urbanística, escribe. Había que "inventar" algo para continuar el desarrollo de Barcelona, en la prolongación de los Juegos, y la idea del Fórum nació cuatro años después.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.