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INFORME DEFINITIVO DE LOS TEDAX SOBRE LOS EXPLOSIVOS DEL 11-M | RECONSTRUCCIÓN DE LA INVESTIGACIÓN POLICIAL DEL 11-M / 3

La policía probó siete veces con éxito el móvil que falló en la mochila bomba de Vallecas

El artefacto estaba en perfecto estado y programado para que hubiera explotado

La mochila bomba que fue desactivada en la madrugada del 12-M por la policía, tras un largo periplo por Madrid, estaba en perfecto estado para haber estallado y correctamente programada, a través de la alarma-vibrador de su móvil. Los artificieros hicieron siete pruebas con dicho teléfono tras desconectarlo del explosivo y, en cada una de ellas, cambiando la hora de alarma, lograron que funcionara cuando alcanzaba el tiempo fijado. Los Tedax no explican en su informe ante el juez por qué no estalló la bomba el 11-M, pero sospechan que hubo un problema de pérdida de carga eléctrica.

Junto a los explosivos no había el 'segundo temporizador', que usa habitualmente ETA
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La mochila bomba rescatada de la estación de El Pozo, llevada al recinto de Ifema cuando allí se agolpaban decenas de parientes y asistentes de las víctimas de la matanza, y trasladada en la tarde-noche del 11-M a la comisaría de Vallecas, no poseía ningún defecto evidente en su confección. Pudo haber explotado en cualquier momento. ¿Por qué no estallaron sus 10,1 kilos de Goma 2 Eco? Los Tedax (Técnicos en Desactivación de Explosivos) no apuntan ninguna conclusión en su informe definitivo al juez: "El artefacto contaba con todos y cada uno de los elementos necesarios para su correcto funcionamiento, y todas las pruebas realizadas al efecto fueron satisfactorias. Respecto a la cuestión de por qué no funcionó el artefacto en su momento, no es posible establecer unas circunstancias determinadas, suficientemente concluyentes, para determinar el motivo del fallo".

En anteriores informes, los artificieros apuntaban dos posibles causas del fallo: la batería del móvil no estaba suficientemente cargada o su energía se dispersó al saltar la alarma por una mala conexión. El informe definitivo elevado al juez sólo deja ver que su chapucera confección quizá motivó que no estallara. "La propia confección artesanal del artefacto, con la consiguiente ausencia de rigor industrial en su fabricación, conlleva que existan tanto posibilidades de que funcione como de que no lo haga". Prueba de que el teléfono móvil del artefacto no estaba averiado es que funcionó en siete ensayos efectuados por los artificieros. En cada prueba cambiaron el tiempo fijado para que se activara la alarma del teléfono. Al sonar la hora prevista, en las siete ocasiones el móvil hizo estallar el detonador. Tampoco se equivocó el terrorista al marcar la hora: su alarma en vibrador estaba programada para las 7.40 del 11-M. Pero el mayor interés de este análisis consiste en que el explosivo hallado en esta mochila desactivada antes de las 5.15 del 12-M era idéntico al rastro hallado en la furgoneta localizada la víspera en Alcalá de Henares: "Dinamita Goma 2 Eco. Un explosivo de alta densidad con una velocidad de detonación de 5.300 metros por segundo".

No en vano, en la furgoneta Kangoo se hallaron "restos de papel parafinado, coincidente con el extremo de un cartucho de dinamita Goma 2 Eco". Y se confirma la coincidencia de los siete detonadores requisados en la furgoneta y el utilizado en la mochila bomba de Vallecas.

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El informe definitivo elevado al juez refleja otro hecho que ya era de dominio común entre los artificieros desde la mañana del 11-M. "En cuanto al resto de artefactos que explosionaron directamente en la acción terrorista, o tras su neutralización, en las analíticas efectuadas a muestras recogidas al efecto, se detectó la presencia de componentes habituales de las dinamitas".

En anteriores informes internos, los Tedax eran mucho más precisos. Reflejaban que los artificieros que neutralizaron mediante explosión con agua dos mochilas bomba antes de las 11.00 horas del 11-M vieron en su interior "una sustancia gelatinosa de color blanco", color y textura que se correspondía con la Goma 2 ECO, y no con la Titadyne 30, explosivo utilizado por ETA en los últimos años. También advirtieron a esas tempranas horas del 11-M una serie de detalles en los artefactos que no encajaba con el patrón de ETA: cableado con unas conexiones muy inseguras, uniones por mero arrollamiento, sin clemas ni cinta aislante, y ausencia de un segundo temporizador, el denominado seguro del terrorista.

Los mandos de los Tedax recibieron desde primeras horas del 11-M verbalmente todas esas pistas, "impresiones" en palabras de un responsable, sobre los artefactos -no en vano, menos de tres horas después de la matanza ya habían visto el interior de dos mochilas bomba- que alejaban la hipótesis de la autoría de ETA y que luego reflejarían por escrito en sus informes. Ni sus impresiones ni sus informes dieron cobijo alguno a la Titadyne.

Detonador eléctrico de idénticas características a los utilizados en los artefactos explosivos del 11-M.
Detonador eléctrico de idénticas características a los utilizados en los artefactos explosivos del 11-M.

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