Artur Mas amenaza con airear la corrupción del PSC si se sigue dudando de la honestidad de CiU
Sostiene que su Ejecutivo no valoró la relación de firmas de parques eólicos con hijos de Pujol
Artur Mas, ex conseller en cap y líder de CiU, está irritado y así lo mostró ayer en el Parlament. Entiende que la difusión de una carta suya en la que se interesaba por solicitudes para parque eólicos que tenían informe negativo de técnicos de Medio Ambiente forma parte de una campaña de insinuaciones e insidias infundadas. Y él, dijo, también tiene casos que contar de los socialistas, aunque no lo hará, añadió, salvo que le sigan "calentando".
Ártur Mas no se arrepiente en modo alguno de haber escrito a Ramon Espadaler, entonces (marzo de 2002) consejero de Medio Ambiente, una carta en la que se interesaba por cinco parques eólicos que habían recibido informes negativos de técnicos de Medio Ambiente. Es más, "lo volvería a hacer", dijo ayer varias veces, porque su interés era sólo "el bien común". Ni él ni el Ejecutivo que encabezaba tuvieron nunca en cuenta si las empresas solicitantes habían encargado estudios a una empresa u a otra, de modo que si algunas peticiones fueron informadas por empresas vinculadas a Pere Pujol, hijo del que era presidente de la Generalitat, y a Carles Sumarroca, fundador de CDC, era totalmente irrelevante. Por el contrario, sostuvo que haber comprobado quién había detrás hubiera sido "sectario". "Supongo", añadió, "que también trabajaban con la Administración empresas con socios socialistas".
Relación familiar
Mas estaba visiblemente airado. No ve ningún tipo de inconveniencia en que una solicitud tenga el informe hecho por una empresa relacionada con Pere Pujol y que esa solicitud fuera evaluada por el que era secretario de Industria, Oriol Pujol, hermano del anterior, que además invocaba la voluntad del presidente Jordi Pujol, padre de ambos. "Al final", dijo, "para ser un cargo público no se podrá tener familia."
Además, el dirigente de CDC entiende que la palabra de los técnicos de Medio Ambiente no era "la Sagrada Biblia. Lo que hay que tener en cuenta es el informe final del departamento, que es más que un funcionario", y por lo tanto los informes críticos de algunos técnicos podían ser revisados por otras instancias del mismo departamento. Mas sostuvo que ni uno solo de los proyectos de parques eólicos aprobados por su Gobierno vulneraba la legalidad vigente y que todos obtuvieron informe favorable del Departamento de Medio Ambiente, aunque pudiera haber en algunos casos informes negativos emitidos por funcionarios de este departamento, por afectar a la fauna o a la flora y el paisaje.
Artur Mas sostuvo ayer que el Departamento de Medio Ambiente impuso importantes correcciones a las solicitudes que no se ajustaban a la normativa y que para comprobarlo basta ver las peticiones iniciales y las autorizaciones finales.
Esta afirmación está en contradicción directa con lo afirmado por el director general de Medio Natural, Ramon Luque, que asegura que muchos proyectos se aprobaron sin modificaciones de ningún tipo.
Mas ignora, aseguró, si la fiscalía investiga la actuación de la pasada Administración autonómica en la concesión de parques eólico y, además, no le preocupa porque todo se hizo, añadió, dentro de la normalidad. Por el mismo motivo, ignora si la carta que remitió a Espadaler para instar la aprobación de cinco parques eólicos ha sido o no solicitada por el fiscal y entregada por el Departamento de Medio Ambiente, cuyo titular es Salvador Milà.
El propio Milà explicó ayer que su departamento ha iniciado un proceso de revisión de las concesiones, "no para revocar nada", sino para ver en qué situación se encuentran, sin prejuzgar la actuación de los tribunales. Milà explicó que se elaborará un nuevo plan de parques. En su opinión, pueden ser una fuente de riqueza si se asocian a proyectos industriales, pero lo que hacía el Gobierno anterior, dijo, "era poner el molino e irse". Milà declinó pronunciarse sobre la actuación del fiscal que lleva el caso, Fernando Rodríguez Rey, que es, recordó, quien ha llevado siempre la iniciativa.
En el lado opuesto, Mas acusó a la oposición de fomentar plataformas contrarias a los parques eólicos, formadas, aseguró, por "gente de fuera de la zona" donde iba a instalarse el parque. El objetivo, dijo, era reventar la política energética de CiU. "Todos pedían parques eólicos y cuando los autorizábamos no paraban de criticarnos".
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