"La cobla forma parte de mi cultura, igual que los Rolling o los Beatles"
La filosofia del plat combinat podría parecer a primera vista un título curioso para un disco, pero si el autor es el poliédrico Pascal Comelade recobra su significado. Toda su discografía está repleta de elementos dispares que encuentran su unidad precisamente en ese disparate y posiblemente es este último disco, recién aparecido en las tiendas, el que mejor ejemplifica esa diversidad, ya que reúne piezas inéditas de prácticamente toda la carrera del músico de Conflent. "El plato combinado es una de las versiones cutres de la cocina pero es la más relacionada con mi vida en la gran ciudad: llevo 30 años comiendo platos combinados", explica Pascal Comelade con su habitual parsimonia. "Se trata de un homenaje, ni despectivo ni sacralizador, a una realidad".
A pesar de la referencia gastronómica, el disco tiene mucho de plato combinado. "He reunido todo el material inédito que tenía. Lo había ido guardando durante estos últimos 20 años y nunca lo consideré de segunda mano, aquí está todo", sigue. "Aprovechando que muchos de mis discos no se encuentran por aquí habría podido hacer un disco de grandes éxitos, pero eso no tendría nada que ver con mi manera de ser y mi posición ante la música".
Pascal Comelade mantiene entre el público la eterna imagen del músico sentado ante un piano de juguete y rodeado de otros instrumentos de juguete, pero en este disco prácticamente no se utilizan esos instrumentos infantiles.
"No reniego de esa imagen, no la veo despectiva, pero mi música es mucho más caótica. Soy un músico caótico, es una evidencia, y tengo poco que ver con lo que se considera un músico occidental vanguardista, como Brian Eno, que siempre sabe a donde quiere ir. Yo también soy muy pretencioso, como ese tipo de gente, pero voy por otro camino. El piano de juguete lo utilizo en el escenario porque es el único instrumento en el que puedo expresar mi manera de hacer música. En un piano de verdad se convierte en un ejercicio de circo porque no tengo verdaderas capacidades pianísticas. Mi nivel técnico sería de primer curso, pero con el piano de juguete, que en realidad es una reducción de un piano de cola, puedo expresarme libremente. Soy consciente de que me falta técnica pero no me preocupa, si algo no lo puedo tocar llamo a un compañero. Creo más en la intuición", señala el músico.
A lo largo de estos 30 años reflejados en el disco, Pascal Comelade ha tocado puntos muy diversos, entre ellos la sardana y los instrumentos tradicionales como la chirimía o la tenora. "Nunca he pensado en la revitalización del folclor ni en nada parecido. No tengo nada que ver con ese ambiente. A veces simplemente se trata de que algún músico tenga en el estudio una chirimía, una tenora o una tuba, entonces tengo ganas de hacer algo con esos instrumentos. Por otra parte, tengo 50 años y la cobla forma parte de mi bagaje cultural: fiesta mayor, música en la calle. Posiblemente para un chico de 18 años la cobla tenga otras connotaciones más putrefactas, pero forma parte de la cultura de mi generación, como los Rolling Stones o los Beatles. Además creo, y lo digo con convencimiento, que existen dos cosas que, a pesar de la moda del world music, el mundo todavía no ha descubierto: la cobla y la música de moros y cristianos que se hace en Valencia y Alicante".
Pascal Comelade se ha ganado a pulso en todo este tiempo la etiqueta de inclasificable. La acepta con resignación. "Mi música no es folk, ni jazz, ni rock, ni clásica... no tiene imágenes. Lo que puedo afirmar es que con esta música puedo actuar en cualquier lugar y ante cualquier tipo de público: en un teatro, en un café, en la calle, en un acto reivindicativo, en una celebración oficial...", resume el músico.
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