_
_
_
_
Crítica:DANZA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Aplausos endogámicos

Ésta es la decimosexta celebración del Día Internacional de la Danza que se hace en Madrid estructurada por la Asociación Cultural Por la Danza, en la que los organizadores al menos han acertado en eludir la palabra gala del cartel, pues realmente lo que se ha visto en el Albéniz era una miscelánea, con mucho de amateurismo, buena voluntad y poca materia coreográfica de interés.

La pregunta que surge es: ¿tiene algo que celebrar la danza española de hoy en todas su facetas, trátese del ballet académico-clásico (inexistente para la organización, que se apunta así a la cruzada para extinguirlo), de la danza española, de los modos contemporáneos o del baile popular? Por lo visto en esa noche atípica, puede asegurarse que no; noche donde la profesión se ensalza, se premia y se aplaude a sí misma en una endogámica consolación que, evidentemente, elude el análisis y la autocrítica.

Día Internacional de la Danza

A piel de pies (Patricia Ruz); The secret Bob (Ana Catalina Román); Cielo vivo (Rafael Amargo); Eternity and a day (Angel Rodríguez); Sobretensión (Nicolas Rambaud); Siento y Cinco huellas (Rocío Molina y R. Amargo); Amati purpurae (José Reches); Irony of fate (Rafael Bonachela); Intro, Así son, La playa (Dani Pannullo). Teatro Albéniz, Madrid. 29 de abril.

La función empezó con el sensible trabajo de Patricia Ruz (que se inspira directamente en la experiencia de Celeste Dandeker) al incorporar minusválidos motrices a su pieza: es un esfuerzo digno. Le siguió la pieza de Ana Catalina Román, muy cercana a Forsythe en su primera sección, y luego, un fragmento de Poeta en Nueva York de Amargo, donde luce su versatilidad Olga Pericet. Ángel Rodríguez mostró un dúo ligado a sus tiempos con Duato y con un fallido intento narrativo, y lo mismo le sucede con otros recursos a José Reches, lleno de efectismos extradancísticos (su música, la más interesante: violonchelo y electroacústica). Rafael Bonachela, que trabaja en Londres, presentó un solo con la mejor bailarina de la noche: Amy Holingsworth, aunque la lectura carece de originalidad y progresión.

Rafael Amargo, acompañado de varios artistas, hizo una improvisación graciosa entre géneros pero sin cohesión, sin sentido; allí destacó la camaleónica personalidad de Juan Carlos Nieto. Cerraron la noche los chicos de Dani Pannullo, vitales dentro de su género (que gana adeptos y escenario) y con alguna excepcionalidad corporal como el gimnasta de suelo que abre en solitario su parte. Se concluye que hay buenos bailarines, deseos de demostrarse y falla estruendosamente lo que los puede sostener: la creación.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_