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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Sagas islandesas

Como escribió Borges (en Antiguas literaturas germánicas): "Para la historia universal, las guerras y los libros escandinavos son como si no hubieran sido; todo queda incomunicado y sin rastro, como si acontecieran en un sueño o en esas bolas de cristal que miran los videntes. En el siglo XII, los islandeses descubren la novela, el arte de Cervantes y de Flaubert, y ese descubrimiento es tan secreto y tan estéril, para el resto del mundo, como su descubrimiento de América".

Aunque a tan rotundo aserto le vendría bien un ligero y oportuno ajuste (pongamos siglo XIII en lugar del XII, y recordemos que por esa época la novela cortés en prosa ya florecía en Europa), resulta muy justa la observación de este pertinaz y fervoroso lector de las sagas nórdicas de tan sorprendente modernidad. La reedición de esta espléndida Saga de Nial, en la ágil y tersa traducción de Bernárdez, puede servirnos para recordar esos elogios de Borges sobre el estilo singular, tajante y moderno, de aquellas prosas de figuras épicas y de intrigantes y dramáticas tramas, que entre nosotros han sido desconocidas hasta época muy reciente.

Pero ahora tenemos la fortuna de poder leer en buen castellano un buen número de sagas islandesas, gracias a unos doctos y audaces traductores, entusiastas expertos en esa literatura nórdica.

La Saga de Nial es, acaso, el mejor ejemplo. ¿Cómo olvidar pasajes de tanta tensión épica y feroz dramatismo como la muerte de Gunnar, asaltado por sus muchos enemigos, o la del sabio y viejo Nial, quemado en el incendio de su casa? ¿Cómo no recordar algunas de esas frases escuetas y afiladas, tan características? Como la de Thorgrim, al caer del tejado, herido de muerte, cuando le preguntan: "¿Está Gunnar en casa?", y él responde: "Averiguadlo vosotros. Su lanza sí estaba". O la próxima escena en que, en el asedio, Gunnar se vuelve a su mujer para pedirle que se corte unos cabellos para remplazar la cuerda de su arco, y ella le pregunta si se trata de una cuestión de vida o muerte, y cuando él lo afirma, ella le recuerda una bofetada antigua y lo deja morir espada en mano. Cuando los enemigos de Gunnar le piden luego a su madre tierra para enterrar a dos muertos, la vieja responde: "Sí para esos dos, pero hubiera preferido darla para todos vosotros".

Abundan los coloquios de frases cortantes en estas historias de personajes que se van definiendo por sus acciones y gestos, a un ritmo rápido, sin monólogos ni descripciones sentimentales. Narraciones de "estilo objetivo", directo, modelado sobre el habla coloquial, en frases breves y sencillas junto a sus actuaciones audaces. Así se retratan sobre un fondo de pasiones simples los héroes y los villanos en un violento claroscuro de líneas tensas y fuertes contrastes de dramatismo intenso. Sus escenas violentas parecen preludiar películas épicas y novelas modernas de intriga y acción rápida. La trama de las sagas suele escindirse en episodios con numerosos actores. Los motivos básicos del entramado se repiten: genealogías de los personajes, con profusión de nombres, y escenas típicas, bodas, viajes, batallas, traiciones, maldiciones, venganzas, compensaciones por la sangre de los muertos, pleitos y pactos, combates, amores fatales, bruscas muertes. Junto a los héroes, audaces y sanguinolentos, actúan algunas mujeres en extremo peligrosas. Aunque alguna vez se menciona a los viejos dioses, éstos, los de las Eddas, se quedan en las sagas al margen. Los episodios son de carácter realista, pero de cuando en cuando se entrevera algún motivo fantástico o mágico. A menudo se insinúa en el relato una densa fatalidad; y es un rasgo muy nórdico su pesimismo resignado sobre el destino de los seres más nobles. A menudo se insertan poemas y cantares.

La estructura de una saga envuelve a menudo a personajes de varias generaciones. Los conflictos familiares pueden comenzar, por ejemplo, con los abuelos del protagonista, y el destino del héroe queda pronto marcado fatalmente. Así se ve en la trágica saga de Hrólf: el maligno rey Frodi mata a su hermano Halfdan, pero los hijos de éste, Helgi y Hroar, lo vengan quemando a su tío en su mansión. Helgi, padre de Hrólf, es un individuo ambicioso y lujurioso. Viola y humilla a la reina Olof y engendra en ella a Yrsa. Olof se venga luego haciendo que, sin saberlo, despose a su propia hija Yrsa. Del incesto nace Hrólf. Cuando la reina se lo revela a Yrsa, ella se separa de su padre y marido Helgi, que queda abrumado por la tristeza y el dolor de su pasión incestuosa. Por último, antes de sucumbir en una emboscada tendida por el rey Adils, segundo marido de Yrsa, engendra de una elfina a Skuld, la cual causará la ruina del rey Hrólf y todos sus guerreros.

Frente a las sagas más largas, un tanto polifónicas, hay otras breves, con estructura más simple, como de cuento de hadas. Como la de Bósi, que es de las más tardías (fines del siglo XIV) y de un erotismo desbocado. Hay sagas de reyes, sagas de caballeros, sagas de obispos, sagas de islandeses y sagas de los tiempos antiguos. Y entre éstas pueden distinguirse las heroicas, las de aventuras y las de vikingos. En castellano hay una docena de sagas traducidas, una buena serie que comenzó con las de Egil Skallagrimson y la de Nial, que hizo E. Bernárdez. Recordemos la Saga de los Ynglingos y la de Ragnar Calzas Peludas (traducidas por S. Ibánez), la Saga de los Volsungos (J. Díaz Vera), la Saga de los Habitantes de Eyr (P. Fernández-T. Manrique), la de Gisli (M. González), y esas cinco editadas el año pasado. Es decir, una serie ya amplia y muy atractiva para quien quiera penetrar en este universo narrativo de tan clara coherencia.

Porque, volviendo a la observación de Borges, ésta es una aurora espléndida de la literatura novelesca, marginada por la tradición europea e injustamente olvidada durante largo tiempo.

360 páginas. 27,50 euros.

Saga de Bósi. Traducción de Mariano González Campo.

87 páginas. 7,50 euros.

Saga de Hervör. Traducción de Mariano González Campo.

páginas.

euros.

Saga de Odd Flechas, Saga de Hrölf Kraki.

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