"El modelo de financiación de TV-3 y Catalunya Ràdio no es sostenible"
El currículo de Joan Majó, ingeniero industrial de 64 años, apabulla. Ex alcalde de Mataró, su ciudad; ex ministro de Industria; ex alto cargo de la Comisión Europea; ex presidente de importantes empresas, como Olivetti, NISA -la promotora de la Villa Olímpica-, La Seda y la sociedad municipal 22@, y desde el pasado enero director general de la Corporación Catalana de Radio y Televisión (CCRTV), el organismo que gestiona TV-3 y Catalunya Ràdio.
Pregunta. La izquierda ha reivindicado desde la oposición la independencia de los medios públicos y cuando ha llegado al Gobierno lo ha situado a usted, un destacado miembro del PSC, al frente de la televisión y la radio autonómicas, ¿lo encuentra coherente?
"Desde que hay contrato programa hemos pasado de 700 a 900 millones de deuda"
"Los consejeros de la CCRTV no deben hablar en nombre del partido que les ha propuesto"
Respuesta. Es una equivocación juzgar por las etiquetas. Yo estoy aquí porque el Gobierno y el presidente de la Generalitat quieren dar a esta casa una orientación en la línea de aquel pleno del Parlament de 1999 en el que todos los grupos votaron a favor de la despolitización de los medios públicos y cuyo espíritu espero que esté en la futura ley de la CCRTV. No me inspira ningún interés partidista y considero que una de mis responsabilidades es precisamente asegurar que los profesionales puedan trabajar con completa libertad.
P. ¿Cómo piensa hacerlo?
R. Pues, por ejemplo, rechazando en lo posible las intervenciones en el seno del Consejo de Administración de la CCRTV que vengan teñidas de color de partido. Este consejo debería ser como el de cualquier empresa, formado por personas que se unen y trabajan para mejorar la compañía. Pero su composición actual lo impide. No se puede venir a hablar en nombre del partido que le ha propuesto a uno, para eso ya está la comisión de control del Parlament.
P. ¿Esta situación y la elaboración de la futura ley de la CCRTV le hacen sentirse provisional?
R. En absoluto. Mal iríamos si me sintiera provisional. Mi etapa durará lo que dure, pero yo intento actuar como si la nueva ley ya estuviera aprobada, y me gustaría que el Consejo de Administración también lo hiciera así. Ésa es mi gran preocupación.
P. ¿En qué situación económica ha encontrado la CCRTV?
R. Hemos cerrado un presupuesto de 2003 más que equilibrado, lo que podría considerarse positivo. Sin embargo, lo cierto es que este presupuesto heredado condiciona muy negativamente los siguientes, ya que las partidas correspondientes al endeudamiento y los gastos de personal sobrepasan las previsiones, aunque se presentan compensadas por otras y se nivela el balance. La Generalitat, en lugar de aportar la subvención comprometida en el contrato programa, sustituyó una parte de ésta por autorización de endeudamiento y eso ha motivado que ya hayamos empezado mal el año. En lugar de disminuir la deuda, ésta ha aumentado y ha pasado de 700 millones de euros a 900.
P. ¿Significa eso que el anterior Gobierno de CiU incumplió el contrato programa?
R. Sí, pero es que además el modelo tampoco es sostenible a largo plazo, porque controlar los gastos de personal es asunto mío, pero la carga financiera que soportamos no depende de mí.
P. Entonces, ¿qué propone?
R. Para este año, teniendo en cuenta la situación de las finanzas de la Generalitat, no veo solución, pero a partir de 2005 hay que firmar otro contrato programa.
P. ¿Ya tienen decidido qué van a hacer con el canal 3/24?
R. Pues mantenerlo, pero con otro modelo. El 3/24 nació con dos grandes handicaps: se puso en marcha demasiado pronto, debería haber empezado a funcionar en paralelo al despliegue de la tecnología digital terrestre (TDT), y además se lanzó como una oferta autónoma. Lo que hay que hacer es aprovechar mejor los recursos que tiene la casa, principalmente procedentes de los servicios informativos, y reducir, por la noche, seis horas de funcionamiento de la redacción. Con estas medidas esperamos salvar económicamente el canal durante esta etapa, en la que no hubiera hecho falta tenerlo.
P. Y con Catalunya Cultura, ¿qué va a pasar?
R. Éste es otro tema. No puede decirse que Catalunya Cultura sea una emisora nacida demasiado pronto, y, si es necesario, le dedicaremos más recursos, porque hay que hacer bien las cosas. Lo que no es de recibo es que tenga una audiencia tan baja.
P. Ha recibido críticas porque Júlia Otero y Andreu Buenafuente no hablan en catalán a según qué invitados castellanohablantes.
R. Sí, pero eso corresponde a una cierta campaña y, sobre todo, a una no comprensión de lo que significa la realidad catalana. Yo quiero que TV-3 y Catalunya Ràdio sean la televisión y la radio de todos los catalanes.
P. Los contribuyentes catalanes sostienen tres redes de medios públicos, ¿le parece lógico?
R. Tengo la intención de intentar un proceso de colaboración sistemática entre TV-3 y las redes de televisiones locales. Creo que nosotros podríamos aprovechar su potencial y viceversa, porque ellos podrían difundir, por ejemplo, los contenidos del 3/24. Es del todo necesaria cierta racionalización del esfuerzo público.
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