Guillem Vidal exige a Justicia que consulte la distribución de edificios y de juzgados
El presidente del TSJC propone la creación de un centro oficial para preparar jueces y fiscales
"No es concebible hacer un quirófano sin la opinión de los médicos, pero sí se puede hacer una Ciudad Judicial sin consultar con los jueces". El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), Guillem Vidal, insistió ayer en reclamar del Gobierno catalán que consulte al poder judicial cómo distribuir los juzgados en los edificios de la Ciudad Judicial y de Barcelona, y cómo organizar el interior de esas construcciones en las que se impartirá justicia.
Para disipar cualquier duda sobre la lealtad institucional, Guillem Vidal reiteró ayer por la mañana en rueda de prensa que la modificación del proyecto de la Ciudad Judicial es una decisión política y que, como tal, no debe ser consultada. Sin embargo, sí precisó que, "una vez tomado el acuerdo, al poder judicial sólo le queda exigir que se le consulte la distribución de los edificos judiciales en Barcelona y su organización interna.
Por la tarde Vidal compareció en la comisión de Justicia del Parlament para presentar la memoria anual y todos los portavoces le preguntaron por esa cuestión. Allí insistió en que prefería el proyecto que elaboró el Gobierno de CiU porque concentraba todos los juzgados y tribunales de Barcelona y L'Hospitalet, pero puntualizó que no opinaría sobre los cambios aprobados por el departamento que preside Josep Maria Vallès."No soy experto en coeficientes de edificabilidad, en seguridad ni en otras cuestiones, y además debo ser absolutamente respetuoso".
Razones no judiciales
En otro momento, Vidal coincidió con la opinión expresada por Dolors Clavell, portavoz de Iniciativa (ICV-EUiA), al asegurar que "el cambio en el proyecto obedece a razones que van más allá de la Administración de justicia". Razones como la necesidad de reducir la edificabilidad o la de dar usos diversos a esos terrenos, que ocupan cinco hectáreas.
Por lo demás, el presidente del TSJC lanzó una propuesta que fue muy bien recogida por todos los grupos parlamentarios: sugirió la creación de un centro oficial de preparación de jueces y fiscales. De esta manera se acabaría con la situación actual, en la que cada opositor se busca un preparador, y según Vidal podría aumentar la vocación judicial en Cataluña. En ese centro impartirían clase jueces, fiscales, abogados y catedráticos de reconocido prestigio, y se ofrecería a los opositores una preparación mucho más completa.
De esta forma, opina el presidente del TSJC, se podría acabar con un problema endémico de la justicia en Cataluña, como es que cada año cambian de destino una cuarta parte de los jueces. El año pasado fueron 152. Sólo Canarias supera esos índices de movilidad.
El enorme vaso de la justicia en Cataluña todavía no rebosa, pero cada día está más lleno de pleitos. El año pasado aumentaron en prácticamente todos los ámbitos, hasta el punto de que son una minoría los juzgados y tribunales que funcionan por debajo de la carga de trabajo que recomienda el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Con todo, Vidal precisó que la situación "no es precocupante ni alarmante" dada la laboriosidad de la mayoría de los jueces.
Posiblemente el ejemplo más ilustrativo del aumento de los litigios es el de los juzgados penales de ejecutorias. El año pasado entraron 8.259 nuevos asuntos, cuando el CGPJ recomienda que no superen los 4.500. Por ese motivo, Vidal reclamó la creación de cuatro juzgados con esa única función: hacer cumplir las sentencias por penas de hasta seis años de cárcel.
El Tribunal Superior también aumentó el número de pleitos en todas las jurisdicciones, aunque en ninguna como en la de lo social, que ha pasado de 8.313 casos a 10.025 el año pasado. En las secciones de lo penal de las audiencias de Barcelona y la de Girona también se incrementaron los asuntos, así como en los juzgados de familia, que registraron 6.000 demandas más, por lo que sería necesario, según Guillem Vidal, crear otro juzgado. La otra cara son los juzgados de instrucción, donde entraron 10.000 casos menos que el año pasado, y los de lo contencioso-administrativo, donde también se registraron casi 700 demandas menos.
Pero, más allá de las cifras concretas, el presidente del Tribunal Superior insistió ayer, un año más, en que la radiografía global de la justicia en Cataluña es casi idéntica a la del año pasado y el otro y el otro: uno de cada cuatro jueces o magistrados se va cada año en cuanto puede, el personal judicial interino sigue sin tener la preparación necesaria, una de cada 10 plazas de secretario está por cubrir y hacen falta más juzgados. No sólo por los asuntos que ya hay, sino por los que vendrán, pues después del verano se crearán los juzgados de lo mercantil.
Carta a los Reyes Magos
Y es en ese punto donde el poder judicial también discrepa del político. Guillem Vidal admitió que posiblemente estaba escribiendo la carta a los Reyes Magos cuando pedía la creación de 43 juzgados o tribunales, pero precisó que "a lo mejor el Departamento de Justicia se ha pasado por defecto cuando sólo pide 14".
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