Muere un hombre al estallarle 3 kilos de pólvora de las fiestas de Alcoi

Un hombre de 37 años muerió en Alcoi al explotarle una cantimplora llena de pólvora. El suceso, que ensombreció las fiestas, ocurrió pasadas las nueve de la noche del viernes en el cuarto piso de una casa del centro de Alcoi. El fallecido, R. G. E., había robado en un almacén una cantimplora con tres kilos de pólvora que iba a utilizarse en el Alardo o Batalla de Arcabucería en la última jornada de Moros y Cristianos, que se celebró ayer.

En un piso de la calle de El Piló, el hombre manipulaba la pólvora que había sustraído poco antes en un almacén en la calle de Sant Agustí. Por efecto de la explosión la víctima salió despedida a la calle tras romperse el muro de la pared de la casa y recibió un fuerte impacto contra el suelo. Fue trasladado con urgencia a la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Verge dels Lliris de Alcoi, donde falleció ayer de madrugada.

El concejal de Seguridad Ciudadana en el Ayuntamiento de Alcoi, Santiago Botella, confirmó que el fallecido no participaba en las fiestas y aunque no era natural de Alcoi residía en esa ciudad desde hace unos años. Tenía antecedentes delictivos por robos.

Este incidente conmocionó ayer a los festers en la última jornada de las fiestas de Moros y Cristianos de Alcoi, en la que los quemaron cerca 5.000 kilos de pólvora para escenificar la antigua batalla entre Moros y Cristianos. Se trata del primer fallecimiento que registra en Alcoi como consecuencia del mal uso del material explosivo que se utiliza en estas fiestas.

Hasta ahora el masivo uso de pólvora en las fiestas sólo había provocado quemaduras e incidentes de escasa importancia. La Asociación de San Jorge, entidad que organiza las fiestas en Alcoi, limitó a tres kilos el máximo de pólvora que puede disparar cada uno de los 1.500 festers que suelen participar en este acto, como medida preventiva a la vista de los accidentes, algunos de ellos mortales, registrados en otras poblaciones que también celebran fiestas de Moros y Cristianos.

El accidente ha activado en Alcoi las alarmas sobre la peligrosidad de estos materiales y cada vez son más las personas que creen necesario poner en marcha una regulación específica de las armas que utilizan los festers y ejercer un mayor control de la pólvora que se reparte en los días previos a las fiestas.