José Ramón San Román, magistrado, ex presidente del TSJ de Aragón
José Ramón San Román Moreno, primer presidente del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, falleció el pasado martes 20 de abril en Zaragoza, a los 78 años a consecuencia de las complicaciones surgidas tras una intervención quirúrgica. Ayer se celebró la misa funeral en el cementerio de Torrero de la capital aragonesa.
San Román era, además de un excelente jurista, un hombre bueno. Su despacho siempre estuvo abierto a los medios de comunicación. Hombre discreto y exquisito en el trato combinaba la prudencia con ese saber hacerse cercano a quienes trabajaban en los medios informativos.
Nacido en La Rioja inició su carrera judicial en Calamocha (Teruel), luego en la localidad burgalesa de Miranda de Ebro y se marchó a Bilbao donde dirimió el grave conflicto laboral de la Babcock and Willcox. Presidió la Audiencia Territorial en Aragón entre 1986 y 1989. Cuando se creó el Tribunal Superior de Justicia de Aragón fue su primer presidente hasta que se jubiló en 1998, entonces dijo: "Me considero un magistrado privilegiado. He estado rodeado de atenciones, de excelentes colaboradores y sólo así uno se puede sentir satisfecho al final de sus días profesionales".
José Ramón San Román era viudo y tenía dos hijos. Sus compañeros lloraban ayer la pérdida no sólo de un gran jurista, sino de un hombre bueno que seguía acercándose al Tribunal Superior a saludar a todo el mundo. Gran melómano, conferenciante, era colaborador de diversos medios.
Su último artículo lo publicó el 17 de abril en El Periódico de Aragón. Titulado La democracia sin ira reflexionaba sobre las reacciones tras las pasadas elecciones del 14 de marzo en España, en el que realizaba un lúcido análisis de la actual situación política. Tras hablar de la esperanza que supuso el caballeroso saludo de Mariano Rajoy al ganador José Luis Rodríguez Zapatero, a renglón seguido añadía: "Esa inicial esperanza de cambio democrático bien pronto quedó en entredicho al comprobar cómo se atribuía el triunfo electoral del PSOE al impacto causado en la ciudadanía por el salvaje atentado del 11-M, a la 'manipulación' por ese partido de la información facilitada por el Gobierno respecto a la autoría del terrible acto terrorista y a las concentraciones ante algunas sedes del PP el sábado de reflexión".
El magistrado se refería a continuación a la guerra de Irak, y escribía: "Y es oportuno recordar ahora, mientras en EE UU y Gran Bretaña se constituyen comisiones investigadoras de las comprobadas falsedades en que se 'fundaron' sus gobiernos para precipitar la 'guerra preventiva', que ha agravado trágicamente la situación, tan caótica en Irak y en el Oriente Medio, aquí el Gobierno y sus turiferarios guardan un vergonzante silencio, insisten en sus 'errores' que no reconocen o tratan de cargar las culpas, por su 'debilidad' ante el terrorismo, en quienes se opusieron a esa intervención". Recodar su último artículo es, sin duda, el mejor homenaje a un hombre que será difícil de olvidar.-
