"Si no estuviera Schumacher, seguiría ganando Ferrari"
La llegada a Europa parece siempre un punto de inflexión en el Campeonato del Mundo de fórmula 1. Las tres primeras carreras aclararon un aspecto crucial: Ferrari está muy por encima de todos los demás. Y el piloto español Fernando Alonso, de Renault, lo asume hasta el punto de concluir que sin la firma italiana el título estaría abierto, pero que sin Michael Schumacher seguiría ganándolo la marca de Maranello.
Ayer, en los primeros entrenamientos libres del Gran Premio de San Marino, en el circuito de Imola, los BAR de Jenson Button y Takuyma Sato marcaron los mejores tiempos. Schumacher les rozó los tobillos. Y Alonso acabó el octavo, por detrás de Jarno Trulli, su compañero.
"Pienso como siempre, o sea no pienso mucho: cuando veo un coche ante mí, intento pasarlo"
"El Mundial se igualará, pero no en Imola, sino cuando sea demasiado tarde para los demás"
Renault estrena un motor más evolucionado y algunas modificaciones aerodinámicas que le permitirá acercarse a Ferrari. "Está claro que las cosas se igualarán", advierte Alonso; "pero, cuando eso ocurra, será ya tarde para las demás escuderías".
Pregunta. ¿Qué le ha sorprendido en este Mundial?
Respuesta. Un poco los Ferrari, por la superioridad que han demostrado; la fiabilidad de los coches, si exceptuamos el caso de McLaren, y también que se ha rodado muy rápido: en Australia bajamos tres segundos el récord y en Malaisia cuatro. Tengo curiosidad por ver qué ocurre en Europa.
P. ¿Imaginaba que Ferrari estaría tan fuerte?
R. No. Ellos dicen que mejoraron en la última prueba antes de Australia porque Bridgestone les llevó a Imola unos neumáticos muy fiables. A partir de ahí han dominado sin parar entrenamientos y carreras. Fue una sorpresa para todos, ellos incluidos, porque no se les había visto tan fuertes. Los demás íbamos con mucha confianza a la primera cita.
P. ¿La mayor diferencia la han marcado los neumáticos?
R. No. Ferrari tiene el mejor coche desde hace algunos años. Pero tenía desventaja con las ruedas. Michelin había trabajado muy bien. Ahora esta diferencia se ha igualado. Bridgestone está a la altura y en algunos aspectos incluso supera a Michelin.
P. Lo curioso es que los de Maranello ganaron el Gran Premio de Malaisia y el de Bahrein, las dos peores carreras para ellos.
R. Es cierto, les fueron peor. En Australia nos dejaron a más de un segundo. En Malaisia y Bahrein estuvimos bastante más cerca, a cuatro o cinco décimas de segundo de ellos. La conclusión es preocupante. Si cuando les va mal estamos a cinco décimas, mal asunto.
P. ¿Cambiarán las cosas en lo que queda de temporada?
R. Desde luego. Los demás vamos a ir creciendo. Mejoraremos y ellos perderán una parte de la ventaja que nos llevan. Pero, cuando cambie, creo que ya será demasiado tarde para que cualquier otro equipo pueda ser campeón.
P. ¿El cambio se iniciará ya a partir de mañana, en Imola?
R. No lo creo. En las próximas cuatro o cinco carreras no hay tiempo. Pienso que a mitad o hacia el final del campeonato no habrá tanta superioridad.
P. Se vislumbra un cambio en la jerarquía clásica por detrás de Ferrari: la subida de BAR Honda y el buen rendimiento de Renault, así como el hundimiento de McLaren.
R. En Renault estamos contentos porque hemos mantenido el nivel del año pasado e incluso hemos acortado distancias. Al margen de Ferrari, nos hemos acercado a Williams, hemos sobrepasado a McLaren y estamos ahí con BAR. McLaren, de todas formas, volverá. Lo tiene fácil, porque hasta ahora le ha ido bastante mal. Resurgirá y logrará podios. Y Williams es la única escudería que puede luchar con Ferrari. Detrás vamos BAR y Renault, con la ventaja por nuestra parte de que aquí estrenamos ya un nuevo desarrollo del motor. Acabaremos el año con un coche mucho mejor.
P. ¿Están contentos con el motor y la nueva aerodinámica?
R. El coche va mejor. Tiene más potencia, más revoluciones. Ganamos hasta 20 caballos a medio régimen, unos 10 a alto y 5 a bajo. Podemos mejorar unas dos o tres décimas de segundo por vuelta, que nos van a venir muy bien. Y el nuevo kit aerodinámico [suelo y difusor de detrás] también nos ayudará.
P. ¿Cómo se calificaría usted en las tres primeras carreras?
R. Bien. Las dos últimas fueron difíciles porque fallé en la crono y partí muy atrás en la parrilla de salida. Pero he dado todo lo que he podido y me he sentido cómodo, sobre todo con la fiabilidad del coche. Aunque el inicio fue mejor el año pasado, con dos podios y un séptimo puesto, estoy incluso más contento porque el coche no ha tenido ningún problema serio: no nos ha fallado el motor ni la caja de cambios, sólo los frenos en Bahrein y sabemos por qué. A mí me gusta acabar las carreras. El año pasado sufrimos cuatro o cinco abandonos que nos hicieron mucho daño.
P. Desde el inicio de esta temporada, todos le sitúan entre los hombres capaces de batir a Schumacher. ¿Acusa más la presión por ello?
R. No. A fin de cuentas, cuando me subo al coche, unas veces va y otras no. Si fuese ciclista o atleta, tal vez lo acusara más. Pero nosotros dependemos mucho de la máquina. Además, en cuanto veo la luz verde en el semáforo de salida, ya no pienso en nada más que en la carrera. Ni me entero de cuánta gente me está viendo en directo o frente al televisor.
P. ¿Los éxitos le han hecho más conservador o sigue pensando que hay que arriesgarse?
R. Sigo pensando igual que siempre, o sea no pensando mucho. Cuando veo un coche ante mí, intento adelantarlo. A veces me equivoco. Me puedo salir o tocarme con él. Pero no entendería quedarme tras él para asegurar un resultado. No hay que hacer locuras, pero sí tirar al máximo y presionar para que tu rival cometa finalmente un error y puedas pasarle.
P. Sin embargo, no es un piloto que cometa muchos errores.
R. Desde que estuve en Minardi, he cometido pocos. El año pasado hice uno en la crono de Austria y me salí, pero después no tuve ningún abandono por mi culpa ni ningún incidente en carrera. Este año creo que ninguna de las seis cronos me salió bien. Fallé en la de Malaisia. Me salí. Es el único error personal que considero.
P. Ya ha ganado una carrera y ha subido al podio otras cuatro veces. ¿Cuándo piensa ganar el título mundial?
R. Cuando me dejen. El equipo tiene el objetivo de intentarlo el año que viene. A final de temporada, queremos acercarnos a los grandes. Y en la próxima, luchar con ellos por el título. Pero en la F-1 es difícil marcarse este tipo de retos.
P. ¿El problema actual es Ferrari o Schumacher?
R. Si quitásemos a Ferrari, el Mundial sería realmente muy interesante. Si se retirara Schumacher, no pasaría nada. Ganaría Rubens Barrichello o su nuevo compañero de equipo.
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