Un ataque suicida contra los servicios de seguridad saudíes deja 4 muertos en Riad

Al menos cuatro personas murieron y más de un centenar resultaron heridas en un atentado suicida con un camión bomba contra la sede del Servicio de Seguridad en Riad, zona donde la policía desactivó en una semana cinco coches con explosivos. El Ministerio del Interior reconoció que se trataba de un atentado suicida y afirmó que "causó víctimas entre los civiles y las fuerzas de seguridad", sin precisar el número. Posteriormente, un portavoz indicó que en el atentado murieron cuatro personas, dos de ellas policías, y que 148 resultaron heridas, algunas de gravedad.

La explosión se produjo a las 14.00 hora local en el céntrico barrio Al Nasiriya, donde se encuentran las sedes de los ministerios de Exteriores y de Información. Según los testigos, más de diez ambulancias y muchos bomberos acudieron al lugar de la explosión, donde se produjo un incendio y varios vehículos quedaron destruidos.

La televisión saudí mostró imágenes de un edificio parcialmente destruido, mientras que la cadena qatarí Al Yazira afirmó que en el lugar se encontró el cadáver del suicida que perpetró el atentado. Las fuerzas de seguridad acordonaron el área y evacuaron varios edificios cercanos. El ataque coincide con una intensa campaña de las fuerzas de seguridad saudíes contra grupos extremistas islámicos supuestamente vinculados con la red Al Qaeda. La policía afirmó que había frustrado varios atentados de envergadura tras desactivar cinco coches bomba y detener a ocho presuntos terroristas. La campaña policial se inició hace dos semanas en Riad y sus alrededores. Durante ese periodo, seis policías y un presunto terrorista murieron en violentos enfrentamientos en la capital y su área metropolitana.

El nuevo ataque coincidió con la visita a la capital saudí del secretario de Estado adjunto de EE UU, Richard Armitage, quien se encuentra de gira por la región tras la decisión del presidente George Bush de apoyar el plan del primer ministro israelí. Además, ayer se inauguró en Riad una conferencia sobre los medios de fortalecer la cooperación mundial en la lucha contra el extremismo religioso y el terrorismo, en la que participan unos 200 expertos, clérigos islámicos y pensadores de varios continentes. La reunión, que se celebra bajo el lema Visión del islam sobre el terrorismo, fue inaugurada por el heredero saudí, príncipe Abdulá Bin Abdulaziz.

Los participantes discutirán durante tres días más de 80 estudios sobre cómo hacer frente al extremismo religioso y evitar que se convierta en terrorismo, así como los medios de tratar con la violencia y la visión de los clérigos islámicos moderados contra la violencia.

Los organismos de seguridad saudíes intensificaron su campaña contra los grupos extremistas después de los atentados suicidas del año pasado en el reino wahabí, que se cobraron la vida de alrededor de cincuenta personas en Riad, en su mayoría extranjeros.

El ataque de ayer y la campaña contra la violencia desatada en Arabia Saudí se produce pocos días después del llamamiento de EE UU a todos sus ciudadanos residentes en el rico reino petrolero árabe para que abandonen el país debido a indicios creíbles de amenaza terrorista. El pasado jueves, el Departamento de Estado norteamericano ordenó la evacuación del personal diplomático no esencial y de todos sus familiares, tras afirmar que había recibido informaciones que indicaban que grupos "extremistas planifican más ataques contra intereses de EE UU y occidentales".