Más de 1.500 niños alérgicos, sin vacuna contra las paperas
Sanidad admite que la retirada del fármaco del mercado deja sin alternativa a los afectados
La Consejería de Sanidad ha dejado de vacunar con la triple vírica -que inmuniza contra el sarampión, la rubeola y las paperas- a más de 1.500 niños alérgicos al huevo porque la única vacuna tolerada por éstos fue retirada en marzo del mercado por el laboratorio fabricante. Tras dos meses sin ninguna alternativa, Sanidad reemprenderá esta semana la inmunización contra el sarampión y la rubeola, pero sigue sin disponer de vacunas contra las paperas.
La situación amenaza con prolongarse durante más de un año, según Sanidad. "No existe en el mercado ninguna vacuna alternativa para las paperas y, aunque hay algunos proyectos en marcha, éstos tardarán en ser una realidad", explica un portavoz.
La triple vírica es una vacuna clave del calendario vacunal infantil. Las dosis convencionales, que cada año reciben entre 100.000 y 120.000 niños en la región, no pueden ser administradas a entre un 1% y un 2% de ellos porque contienen un derivado del huevo no tolerado por los niños alérgicos a este alimento.
La triple vírica se administra en dos dosis e inmuniza para toda la vida contra la rubeola, el sarampión y las paperas. La primera dosis se aplica a los 15 meses de vida y la segunda a los cuatro años.
Los niños alérgicos recibían hasta hace dos meses la vacuna Triviraten, fabricada por Berna Biotech. "El laboratorio nos notificó a finales de febrero que iba a dejar de producirla porque no tenía garantizado el suministro de las materias primas necesarias para su elaboración", explica un portavoz del Ministerio de Sanidad. La empresa declinó el pasado viernes ofrecer a EL PAÍS su versión.
Desde el pasado 1 de marzo, las dosis que almacenaban los centros de salud del Instituto Madrileño de Salud (Imsalud), dependiente de Sanidad, se han ido agotando, según la Sociedad Madrileña de Pediatría de Atención Primaria. "La situación ha creado cierta inquietud entre médicos y padres", explica Enrique Rodríguez-Salinas, presidente de esta sociedad científica.
La Consejería de Sanidad admite la situación y la atribuye a "una decisión de la empresa, frente a la que no se puede hacer otra cosa que buscar alternativas, algo que ya se está haciendo", afirma un portavoz.
El desabastecimiento de vacunas obligó a Sanidad a dejar de vacunar a los niños alérgicos al huevo a medida que se agotaban las reservas. Sanidad ha abierto un registro en el que son incluidos todos los niños afectados.
"En los dos últimos meses hemos negociado la compra de una vacuna tolerada por alérgicos contra la rubeola y contra el sarampión. Acabamos de cerrar la compra de las dosis y empezaremos a distribuirla esta semana", explican desde Sanidad.
Los niños que no han podido ser vacunados desde marzo deberán ahora volver a los centros de salud para ser inmunizados contra el sarampión y la rubeola. Este retraso no supone ningún riesgo para su inmunización contra estas dos enfermedades.
Los pediatras de la sanidad pública deberán hacer ahora un "seguimiento" de los niños no vacunados contra las paperas para detectar si esta enfermedad aumenta entre ellos.
La cuestión ha abierto un debate entre la clase médica. "Es una situación complicada", explica Rodríguez-Salinas, presidente de la Sociedad Madrileña de Pediatría en Atención Primaria.
"No es bueno romper el calendario vacunal. Pero no nos queda ninguna alternativa ante la falta de dosis en el mercado. También es cierto que la dosis convencional es muy bien tolerada incluso por los niños alérgicos al huevo, pero creo que ningún pediatra se arriesgará a recetarla ante el riesgo de reacciones adversas", explica Rodríguez-Salinas.
El grupo municipal socialista sí se muestra crítico con la actuación de la Consejería de Sanidad. "Ha habido muy poca información. Muchos padres y médicos me han hecho llegar su inquietud por lo ocurrido. Los médicos no sabían qué decir a los padres", declara la concejal María del Carmen Sánchez Carazo.
"A muchos padres se les dice en los centros de salud que no existen vacunas para sus hijos y que no las habrá hasta nuevo aviso, sin más información. Esto genera una incertidumbre que no es buena para los padres de niños pequeños, que lógicamente están muy preocupados por la salud de sus hijos", añade la edil socialista.
Rodríguez-Salinas también critica la falta de planificación. "No entiendo cómo desde el Ministerio de Sanidad se permite que un laboratorio deje de fabricar una vacuna necesaria, la única que existe en el mercado".
Las paperas, médicamente conocidas como parotiditis, es una enfermedad infecciosa causada por un virus, casi siempre leve en los niños y con riesgo de complicaciones en los adultos. Tras una incubación de entre 12 y 24 días, el virus infecta las glándulas parótidas -glándulas salivales situadas entre el oído y la mandíbula-. Éstas se inflaman y producen dolor y fiebre al paciente.
La enfermedad afecta sobre todo a la población infantil de entre 2 y 12 años, aunque también pueden enfermar los adultos. Los niños suelen recuperarse sin problemas en entre tres y siete días. En los adultos varones puede causar infertilidad.
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