"Hablaré y negociaré con quien sea si ello puede favorecer al Palau de la Música"
El Palau de la Música Catalana, cuyo director ejecutivo es Fèlix Millet, inaugurará el próximo jueves las obras de ampliación que han permitido construir un edificio adjunto al emblemático auditorio modernista, Patrimonio de la Humanidad desde 1997, y una sala de música de cámara subterránea con capacidad para 538 personas apta para acoger congresos; abrir una plaza auditorio al aire libre, y mostrar una de las fachadas del edificio, oculta desde su inauguración, en 1908, por la iglesia de Sant Francesc de Paula, que se ha derribado. Ésta es la segunda ampliación del Palau en menos de 20 años y ha supuesto una inversión de 24 millones de euros, 15 de los cuales proceden de subvenciones públicas: 12,6 millones del Ministerio de Cultura, 1,2 millones de la Generalitat, 900.000 euros del Ayuntamiento del Barcelona y 300.000 de la Diputación.
"No creo que después de toda mi trayectoria nadie pueda dudar de mi catalanismo"
Pregunta. Señor Millet, ¿le temen los vecinos del Palau?
Respuesta. Están contentísimos, porque contribuyo a dignificar Ciutat Vella. Si consulta a un agente inmobiliario, le podrá decir lo que costaba una tienda en la esquina hace cinco años y lo que vale ahora. Verá la diferencia.
P. Desde su elección en 1978 como presidente del Orfeó Català, propietario del Palau, se han realizado dos ampliaciones del edificio. ¿Falta algo más?
R. Por lo que respecta a las infraestructuras, hemos alcanzado los retos que nos habíamos marcado. Con esta segunda ampliación hemos logrado una sala de música de cámara que nos faltaba, apta también para conferencias, y hemos dotado de perspectiva a una parte del edificio. El Palau está encerrado entre calles estrechas y ahora falta dotar de perspectiva a la esquina en la que se halla el conjunto escultórico de Miquel Blay alegórico al canto coral. Ya hemos llegado a un acuerdo con la congregación religiosa que regenta el colegio que ocupa esa esquina, con el objetivo de hacer una plaza.
P. ¿Ha hecho realidad todos sus sueños?
R. Cuando asumí la presidencia del Orfeó Català, el Palau de la Música se caía. Las vigas estaban oxidadas y precisaba una urgente reforma si se quería seguir manteniendo abierta la sala de conciertos, entonces la única en Barcelona. Ya entonces queríamos hacer del Palau una sala de conciertos con servicios modernos, de los que no disponía. Narcís Serra, alcalde de Barcelona en ese momento, y Francesc Martí Jusmet, presidente de la Diputación, creyeron en mí y aceptaron ayudar a reformar el Palau y ampliarlo.
P. Ha cubierto más de la mitad de la financiación de esta segunda ampliación con dinero aportado por el Gobierno del Partido Popular. ¿Qué ha tenido que hacer para que le den tanto dinero?
R. Hablar, negociar y enseñar.
P. También ha dado entrada al Ministerio de Cultura en el consorcio de administraciones públicas que gestiona el Palau
R. Se ha hecho lo mismo que tuvo que hacer el Liceo en la década de 1980.
P. Le han acusado de traicionar sus convicciones y la catalanidad del Palau a cambio de obtener los 12,6 millones de subvención del Gobierno del PP.
R. En la primera ampliación también obtuve subvención del Gobierno central, entonces en manos del PSOE, y nadie se lamentó por ello. El Palau está en Barcelona y la inversión del Gobierno del PP queda en Cataluña para que todos los catalanes la disfruten. No creo que después de toda mi trayectoria se pueda dudar de mi catalanismo. Hablaré con quien sea si ello puede favorecer al Palau, y no por eso he de renunciar a ninguno de mis principios. Lo importante es que las inversiones se hagan en Cataluña.
P. ¿De qué manera financiará la Fundación del Palau los nueve millones que debe pagar de la ampliación?
R. Hemos recaudado a través de patrocinio 4,2 millones de euros y hemos firmado un crédito sindicado de 4,8 millones pagadero en 10 años a partir de 2005. La fundación recauda anualmente entre 3,6 y 4,2 millones de euros para financiar los ciclos de conciertos que organiza y puede ahorrar unos 600.000 euros por año para pagar este crédito.
P. ¿Qué rentabilidad se espera obtener de los nuevos espacios surgidos de la ampliación?
R. Hemos realizado un estudio de mercado que prevé que la nueva sala subterránea para música y congresos no pierda dinero a partir de 2005 y se calcula que tendrá superávit a partir de 2006. Es una sala con muchas posibilidades y, sin haberse inaugurado oficialmente todavía, ya tenemos demanda para celebrar conciertos y actos empresariales.
P. El Palau es propiedad del Orfeó Català, aunque lo gestiona un consorcio de administraciones públicas. ¿De quién son los nuevos espacios surgidos de la ampliación?
R. De la Fundación del Palau.
P. Pero las que han pagado la mayor parte de las obras han sido las administraciones que integran el consorcio del Palau...
R. Las administraciones han dado las subvenciones a la fundación, que cede el derecho de uso al consorcio, el cual lo gobernará todo, lo nuevo y lo viejo.
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