Sobresalto en la parrilla

Ni la obligación legal de informar con 11 días de antelación, tal como dispone la Ley de Televisión sin Fronteras, ni la indignación de los espectadores, ni las multas que impone el Ministerio de Ciencia y Tecnología -580.506 euros en lo que va de año- frenan a las cadenas, con Tele 5 y Antena 3 a la cabeza, en su carrera por obtener el liderazgo en la mejor contraprogramación de la semana. Hasta la fecha, también han hecho caso omiso a las denuncias de las organizaciones de consumidores. La última ha partido de la Asociación de Usuarios de la Comunicación (AUC).

Esta espiral de cambios imprevistos se agravó el jueves 29 de enero con el estreno de Casi perfectos, una comedia de Globomedia para Antena 3. Con ella regresaba Emilio Aragón, un actor vinculado en los últimos nueve años a Tele 5, cadena que sufrió un ataque de celos ante los buenos resultados de audiencia. La siguiente jugada fue cambiar a los jueves su producto estrella Los Serrano -también de Globomedia- para competir con Casi perfectos, que poco después se trasladaba a los viernes.

El regreso a TVE-1, el próximo día 22, de la quinta temporada de Cuéntame cómo pasó a los jueves -"su día de referencia", según la cadena pública- provocó esta semana el enésimo éxodo de Los Serrano, que ahora batalla los miércoles contra otro formato ganador, Aquí no hay quien viva, en Antena 3.

Enfrentamiento perdido. El cambio de día de emisión de la serie de Antonio Resines y Belén Rueda se saldó con un significativo descalabro: no alcanzó los seis millones de espectadores, cuando los dos capítulos de estreno emitidos anteriormente habían batido la marca de los ocho millones. La comedia producida por José Luis Moreno para Antena 3 ganó el pulso por más de 700.000 fieles (6.580.000, 35,1% de cuota). Gracias todo ello al favor del público y a las tretas de los programadores de la cadena. Además, esa noche, Antena 3 suspendió sin previo aviso el concurso ¿Hay trato?, y Aquí no hay quien viva arrancó a las 21.52, cuando estaba anunciada para las 22.00. Cuando Resines y familia se asomaron a Tele 5 (22.12), la loca comunidad de vecinos llevaba ya 20 minutos en antena, y acabó una hora antes (22.52) que Los Serrano (23.55). Y para disuadir presuntas veleidades zapeadoras, Aquí no hay quien viva se emitió además sin cortes publicitarios. No acabaron ahí las sorpresas, pues Antena 3 repitió un capítulo antiguo, tampoco previsto, y relegó a la madrugada (24.00) el informativo de humor UHF.

Para Daniel Écija, socio fundador de Globomedia y creador de Los Serrano, la contraprogramación es "una falta de respeto hacia la audiencia", aunque es consciente que ante esta situación anómala las productoras poco o nada pueden hacer. "Sentimos una gran impotencia y frustración, pero no tenemos poder ejecutivo sobre la parrilla". Écija piensa que las cadenas están viviendo una "época de gran irritabilidad" y hace una llamada a la cordura y a un endurecimiento de la legislación, a la que tilda de "claramente insuficiente".

Para Alejandro Perales, presidente de AUC, las estrategias de las cadenas cada vez son más agresivas "para hundir a la competencia". También señala que este hábito "histérico" de cambiar los contenidos sobre la marcha -al que califica de "nocivo e ilegal"- es típico de España, pero no de las televisiones de Europa o de Estados Unidos. Perales señala que las cadenas practican un "marketing de guerrilla" y apunta que el incumplimiento "sistemático y reiterativo" supone la ruptura de un "contrato no escrito" entre la audiencia y la cadena.

Y el maltrato al espectador continúa. Así, el jueves pasado, Antena 3 tenía previsto ofrecer la película Seven, pero en el último minuto decidió programar el largometraje de ciencia ficción Stargate. Y al día siguiente, Tele 5 levantó la película Partida mortal (0.35) para estrenar un debate sobre La casa de tu vida, moderado por Jordi González. La misma cadena decidió a media tarde del viernes la repetición hoy (17.30) de un episodio de Los Serrano ('La jamoneta'). En una de las tramas se produce un desencuentro entre Diego (Resines) y su amigo Fiti (Antonio Molero) a la hora de repartirse los beneficios de una venta ambulante de bocadillos. Vuelven a encontrarse a las puertas de un concierto de los Rolling Stones cada uno al frente de su negocio. Las continuas ofertas y contraofertas a los potenciales clientes les llevan a la bancarrota.

Las cadenas deberían reflexionar sobre este argumento de ficción. Así quizá podrían evitar sobresaltos en los datos de audiencia y ahorrarse la irritación de los espectadores.