La encrucijada de Almunia
El meta del Albacete, hoy titular ante el Celta, está cedido por el club vigués
Manuel Almunia Rivero (Pamplona, 26 años) está disfrutando tanto de la titularidad en el Albacete, que ya puede enfrentarse esta tarde al Celta, el club que le fichó hace cinco temporadas y que aún tiene sus derechos, que ni mucho menos se ha planteado la posibilidad de sugerirle a su actual entrenador, César Ferrando, que le deje hoy en el banquillo. "Ni siquiera hemos tratado el asunto", afirma el portero navarro, rotundo en este sentido: "Ni el Albacete ni Almunia tendrán la culpa si el Celta baja. Entiendo que la situación es paradójica, porque yo pertenezco al Celta. Si este partido se hubiera jugado hace tiempo, en el arranque de la segunda vuelta, por ejemplo, nadie me hubiera preguntado por esto. Pero tal y como están las cosas, con ambos equipos ahí abajo, choca más. Yo, en todo caso, no puedo hacer nada por el Celta, y sí por el Albacete".
La frialdad de Almunia con respecto al Celta tiene una explicación: la única relación que mantiene con el club gallego es a través de su representante. "No tengo ningún contacto con nadie de Vigo", cuenta el guardameta. "Cuando me ficharon, hice la pretemporada con Víctor Fernández, que estaba encantado conmigo. Sin embargo, a falta de dos días para el inicio de la Liga, me cedieron al Cartagonova".
Posteriormente llegaron las cesiones al Sabadell (temporada 00-01), al Eibar (01-02), al Recreativo (02-03) y al Albacete este curso. Ni un minuto ha jugado Almunia con el Celta. ¿Se ha preguntado por qué le contrató el Celta? "Supongo que me ficharon porque no costé un duro. Mi contrato con Osasuna había expirado y quedaba libre. El Celta tenía buenos porteros ya, pero no le costaba nada tener a otro joven en la recámara", contesta Almunia, que vive su mejor momento como profesional. "No sé otros", dice, "pero yo valoró muchísimo cada minuto que juego en Primera División. Por eso le estoy tan agradecido al Albacete, que me ha dado la oportunidad de tener continuidad. ¡Estoy yo para regalar minutos! Imagínate que renuncio a jugar ante el Celta y el titular lo hace bien. Cuesta mucho ganarse un puesto para ir perdiendo oportunidades".
Almunia, quien fuera trofeo Zamora de Segunda División con el Eibar, disfruta ahora todo lo que la pasada temporada, en el Recreativo, no pudo. "En Huelva no lo pasé nada bien", asegura; "soy una persona fácil de tratar, afable. No creo ningún problema. Sin embargo, en el Recreativo no me trataron bien. Fue un año difícil: sólo jugué dos partidos de Liga". El meta navarro lamenta la indiferencia de su entonces entrenador, Lucas Alcaraz. "Ni me hablaba". Ahora, en el Albacete, saborea cada minuto. Por eso ni se ha planteado que hoy defenderá la portería del equipo manchego ante el equipo al que pertenece, por mucho que éste tenga el agua al cuello.
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