Barberá encabeza una rebelión de alcaldes valencianos contra Zaplana y de apoyo a Camps
La alcaldesa emplaza al ministro a expresar "hoy y no mañana" su aval al presidente
La batalla por la presidencia regional del PP está servida. Y los bloques territoriales empiezan a dibujarse. Carlos Fabra, presidente provincial de Castellón, logró el apoyo unánime de su comité ejecutivo a Francisco Camps, presidente de la Generalitat. Julio de España, ex presidente provincial de Alicante, apostó por José Joaquín Ripoll como candidato "idóneo" a la presidencia regional. Y Rita Barberá, alcaldesa de Valencia, encabezó una rebelión de alcaldes valencianos contra el aparato zaplanista que controla Serafín Castellano en Valencia y emplazó a Eduardo Zaplana a expresar "hoy y no mañana" su apoyo al presidente de la Generalitat.
Barberá expresó "el profundo malestar y disgusto" de una treintena de alcaldes valencianos relevantes hacia "la extraña espiral" desatada en el seno del partido desde que un grupo de afines a Eduardo Zaplana iniciaron una campaña de recogida de firmas para avalar la candidatura de Ripoll a la presidencia regional del partido. La alcaldesa de Valencia recordó la generosa renuncia de Pedro Agramunt en favor de Zaplana en 1993, el apoyo unánime que el actual portavoz en el Congreso recibió de toda la organización y los éxitos electorales que se derivaron de esa unanimidad. Y reclamó el mismo trato para Camps, exigió que "goce, tenga y disponga de toda la capacidad de decisión" que el partido cedió en su día a Zaplana.
Alfonso Rus, alcalde de Xàtiva y promotor de la reunión en Valencia, subrayó que la Generalitat Valenciana y el poder municipal constituyen auténticos pilares del PP tras el vuelco electoral registrado en España el pasado 14 de marzo y advirtió que si se produce una votación en la junta directiva regional del PP convocada el martes para elegir al presidente regional, los valedores de Ripoll, que gozan de clara mayoría en ese órgano, "tendrán a mucha gente con mucho peso en el partido enfrente".
Francisco Camps, por su parte, aseguró en una comparecencia pública que a lo largo de sus 21 años de militancia ha comprobado que el "sentido común" ha imperado siempre en el PP y deslizó que los "tiempos" internos son flexibles.
Una indefinición que avala la convicción de sus partidarios sobre su capacidad para derrocar en un futuro congreso regional a cualquier "presidente transitorio" que desafíe el liderazgo del presidente de la Generalitat.
El portavoz socialista Antoni Such, entretanto, calificó como "irresponsabilidad tremenda" que Camps use el Consell como moneda de cambio en la crisis de su partido.
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