Carabanchel protesta por el recorte de zonas verdes

Los vecinos del nuevo barrio (PAU) de Carabanchel, que llevan esperando hasta siete años por la entrega de sus viviendas y que han visto modificado el plan urbanístico de la nueva zona antes de habitarla, han anunciado nuevas movilizaciones si entre las tres administraciones no responden a sus exigencias de respeto al diseño de áreas verdes y protección contra la contaminación acústica.

La Plataforma PAU de Carabanchel y la Asociación de Vecinos de Carabanchel Alto explicaron ayer en la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM) que han presentado cerca de 800 alegaciones al estudio informativo para la conexión de la M-45 con las carreteras M-501 y M-511, al que se oponen. Las alegaciones, que se han hecho llegar al consejero de Transportes e Infraestructuras de Madrid, Francisco Granados, exigen el soterramiento de 500 metros de la vía a su paso por el nuevo barrio y denuncian la reducción del Parque Lineal, una zona verde que originalmente tenía cien metros de ancho y que debía cumplir la función de barrera acústica, que con las obras de la M-40 de 2000 quedó reducido a 30 metros y ahora podría mantener sólo tres.

Representantes de las dos asociaciones señalaron, durante una rueda de prensa, que, ante las "irregularidades" e "ilegalidades" tanto del Ministerio de Fomento, como de la Comunidad de Madrid, y del Ayuntamiento, "hay un colectivo combativo que exige una solución por las buenas o por las malas".

El presidente de la Asociación de Vecinos de Carabanchel Alto, Pedro Casas, subrayó que el mismo Defensor del Pueblo avala las quejas de los afectados y apoya la revisión de las nuevas obras. El estudio de la Consejería de Transportes e Infraestructuras prevé la creación de un tramo de autopista de dos calzadas de tres carriles cada una a lo largo de la M-40 a su paso por el PAU de Carabanchel, que, según los vecinos, es una ampliación de la capacidad de la vía M-40 sin aportar nuevas conexiones con carreteras o barrios limítrofes.

Los vecinos también critican que la incursión de la M-45 en el Parque Lineal de Carabanchel se realice en contra del vigente Plan General de Ordenación Urbana e incumpliendo la Ley del Suelo de la Comunidad, "que exige la revisión del plan urbanístico y no una simple modificación del ordenamiento urbanístico, como pretende la Administración regional".

En cuanto a la contaminación acústica, la FRAVM advierte de que la mayor parte de las 11.350 familias que habitarán el mencionado barrio se verán sometidas a niveles de ruido que "permanentemente" perturbarán su calidad de vida.