Gallardón y Clos piden a Zapatero una fiscalidad propia para Madrid y Barcelona

Alberto Ruiz-Gallardón y Joan Clos, alcaldes de Madrid y Barcelona, respectivamente, van a pedir al futuro presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, una fiscalidad propia para las ciudades que dirigen. La intención de estos dos regidores es que el Estado les dé un porcentaje del IVA y del IRPF -aún sin determinar- en función de la "dinámica económica" que se produzca en estas dos ciudades. Hasta ahora, el Estado, a través del fondo complementario de financiación de los Presupuestos Generales, aporta una cantidad a estas capitales, que en el caso de Madrid ascendió el año pasado a 5.726.831 euros. La reforma de la Ley de Haciendas Locales de 2002 ya hace posible la exigencia de los dos regidores, pero el Gobierno de Aznar no se mostró dispuesto a dar dinero.

Fuentes del Ayuntamiento de Barcelona explicaron que Clos defenderá la aprobación de la Carta Municipal, que, entre otras cosas, prevé que reciban una participación de los fondos provenientes de varios impuestos generales: IRPF, IVA e hidrocarburos. De hecho, el Ayuntamiento barcelonés intentó, sin conseguirlo, la aprobación de la Carta Municipal por el anterior Gobierno de José María Aznar. Las mismas fuentes subrayaron que Madrid deberá tener un régimen fiscal propio, y Barcelona, otro, atendiendo, en cada caso, a la presión fiscal que soportan sus respectivas poblaciones.

"En los Ayuntamientos cada día se pide más: más obras, más servicios, y éstos necesitan más recursos para poder atender estas peticiones", sostiene Ruiz- Gallardón.Alberto Ruiz-Gallardón hace hincapié en que esta fiscalidad especial que él y Clos pretenden es una "realidad que está reconocida por el propio Estado". "Hay unos capítulos pendientes en el sistema de financiación local, muy especialmente para las dos primeras ciudades de España, que son Madrid y Barcelona", afirma el alcalde madrileño.

Ruiz-Gallardón se queja, tras su llegada al Ayuntamiento de Madrid, de que "hay una insuficiencia de recursos" para atender todas las demandas. El Ayuntamiento de Madrid tiene competencias en materia de impuestos sobre el IBI, el impuesto de circulación, el IAE -que se ha reducido en un 87%-, los impuestos de urbanismo y las tasas. Además, recibe una cantidad proveniente directamente de los Presupuestos Generales del Estado.

"Lo que pretendemos", señaló ayer Juan Bravo, concejal de Hacienda, "es establecer que las dos ciudades reciban un porcentaje del IVA y del IRPF que vaya en consonancia con la actividad económica que se desarrolle en Madrid y Barcelona. Ahora nos llega un porcentaje mínimo, que no llega al 2% de estos impuestos. Estamos trabajando ambos Ayuntamientos para sentarnos a negociar con el futuro Gobierno y establecer qué porcentaje sería el justo. Es todavía pronto para fijar esa cantidad".

Fuentes del Consistorio barcelonés puntualizaron que Barcelona hará su propia propuesta, no de forma conjunta con Ruiz-Gallardón, y siempre enmarcada dentro de la Carta Municipal, propuesta que se mantuvo con el Gobierno del PP cuando Barcelona planteó la participación del 8% del IRPF, del 14% de la recaudación sobre el IVA y del 8% de otros impuestos, entre ellos el de hidrocarburos.

Según Bravo en el caso de Madrid, la fiscalidad propia está más que justificada. "Al tratarse de la capital del Estado, el Ayuntamiento se ve obligado a hacer una serie de inversiones que van directamente ligadas a esta condición", dice.

Hasta ahora, y según figura en los Presupuestos de 2004, el Ayuntamiento recibe por cesión del IRPF 565.336 euros; por cesión del IVA, 260.217 euros; por cesión de impuestos especiales, 91.242, y por participación del Fondo Complementario de Financiación, 5,7 millones. Las cuantías relativas a la cesión de tributos implican los siguientes porcentajes: el 1,6875% de la cuota líquida del IRPF; el 1,7897% de la recaudación líquida del IVA y el 2,0454% de la recaudación líquida imputable a Madrid por los impuestos especiales sobre la cerveza, el vino y las bebidas derivadas, sobre productos intermedios, sobre hidrocarburos y sobre labores de tabaco.

Ruiz-Gallardón asegura que que está "absolutamente convencido" de que el hecho de que el alcalde de Barcelona, Joan Clos, sea miembro del partido socialista hará que el diálogo vaya a ser probablemente más estrecho con el próximo presidente del Gobierno. "Estoy dispuesto a mantener ese diálogo también", corroboró el alcalde de Madrid.

Compromiso de Zapatero

Al margen de esta nueva reclamación fiscal al Estado, el alcalde madrileño asegura que no va a poner en marcha más gravámenes. "Cuando hagamos el nuevo presupuesto, los estudiaremos. Pero Madrid, mientras yo sea su alcalde, siempre estará por debajo de la media de las capitales de provincia de España en cuanto a recaudación impositiva".

E

l alcalde de Barcelona se muestra confiado en conseguir mejores resultados en la negociación con Rodríguez Zapatero, según informa Blanca Cía. Entre otras cosas, porque el futuro presidente del Gobierno se pronunció a favor de que la capital catalana tenga un marco regulador propio y más acorde con las necesidades que supone ser el motor de un área metropolitana -prácticamente un continuo urbano ininterrumpido de 35 municipios- en la que viven algo más de tres millones de personas.

Rodríguez Zapatero se llegó a comprometer públicamente a dar el visto bueno a la Carta si llegaba a la presidencia del Gobierno. Eso ocurrió en marzo de 2003, en la presentación de la candidatura de Clos a la alcaldía barcelonesa. Fue en un abarrotado pabellón de la Vall d'Hebrón, donde Zapatero se comprometió con Barcelona.