Spanair crea una nueva categoría en clase 'business' y elimina la comida a bordo en las tarifas baratas

Tener servicio de menú a bordo en los aviones detrás de la cortinilla que separa la clase turista de la de negocios, será cada vez más difícil. Gonzalo Pascual, presidente de Spanair, anunció ayer que la compañía elimina en las rutas nacionales regulares servicios como el periódico y la comida en clase turista, como ya han hecho Iberia y Air Europa. A cambio, la compañía crea nuevos servicios para los pasajeros que paguen la tarifa turista total, la más cara dentro de esta clase, no sujeta a restricciones y que permite cambios. Estos pasajeros tendrán la mayoría de los servicios de la clase business avant.

La compañía, de capital mayoritariamente escandinavo pero participada por el grupo de Viajes Marsans, intenta resolver así uno de los problemas más peliagudos surgido a consecuencia de la rebaja de tarifas en el transporte aéreo, el qué hacer con los pasajeros que pagan tarifa turista completa -a medio camino entre las de los turoperadores y las de negocios-, que se han visto castigados por el recorte de los servicios impuestos a las tarifas más baratas.

Con la nueva configuración de los aviones de Spanair, delante de la cortinilla habrá dos tipos de pasajeros business, los que han pagado la tarifa correspondiente -que en las filas donde haya tres asientos contarán siempre con el del medio libre- y los pasajeros de tarifa turista completa, que, sin embargo, no contarán con ese asiento libre y sólo podrán usar las salas VIP de los aeropuertos si poseen la tarjeta Spanair Plus plata y oro. Todos ellos tendrán servicio de menú a bordo y periódico.

Tras la cortinilla quedarán los pasajeros de tarifa turista incluida dentro del paquete de los turoperadores o los billetes emitidos en ofertas. Según manifestó ayer Gonzalo Pascual, el 40% de los pasajeros de Spanair paga tarifa business o turista flexible.

Pascual no especificó el coste de la medida. Sólo afirmó que el objetivo es el de coste cero, es decir, compensar la inversión que la nueva configuración de los aviones requiere con un aumento de la ocupación, que el año pasado no llegó, como media, al 70%. En el primer cuatrimestre del año la compañía aumentó en los vuelos nacionales los ingresos por pasajero transportado un 15,2% sobre igual periodo del año pasado; el número de pasajeros alcanzó el millón, con un incremento del 7,8%, y la oferta, medida en asientos por kilómetro ofertado, creció un 19,3%. Pascual reconoció que marzo no había sido tan bueno como lo esperado a consecuencia de los atentados del 11-M. Los ingresos por pasajero y kilómetro aumentaron un 14,4% con respecto a marzo del año pasado, un buen porcentaje pero inferior al 19% previsto.

Con respecto a la nueva terminal de Barajas, Pascual afirmó que es un "sin sentido" la decisión de Iberia de recurrir ante los tribunales el reparto de la infraestructura decidido por Iberia. Según el mismo, Spanair iría junto a las alianzas Oneworld (Iberia) y Star Alliance (Lufthansa) al nuevo edificio.