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Los retrasos en las obras del estadio del Cádiz impiden llegar a tiempo al 50º trofeo Carranza

La remodelación del recinto concluirá a principios del próximo año

La remodelación del estadio Ramón de Carranza de la ciudad de Cádiz no estará terminada para la celebración de la 50ª edición del trofeo Carranza, fijada para mediados del próximo mes de agosto. La Zona Franca de Cádiz y el Ayuntamiento gaditano, responsables de las obras, han reconocido el evidente retraso que acumulan unos trabajos que comenzaron hace más de un año, aunque no han ofrecido explicaciones técnicas que justifiquen esta dilación.

El estadio Ramón de Carranza se inauguró el 3 de septiembre de 1955 con un partido que disputaron el Cádiz y el Barcelona de Kubala y Luis Suárez, autor del primer gol en el coliseo cadista. El estadio, con capacidad para 22.000 aficionados, fue remozado en el verano de 1985 bajo la presidencia del difunto Manuel de Irigoyen. En apenas dos meses, se derribó el fondo norte, se construyó uno nuevo más grande, se construyeron los palcos y se colocó la actual visera que protege de la lluvia y del sol a los espectadores de tribuna.

Con estos precedentes, el Ayuntamiento de Cádiz, gobernado por el PP, se vio obligado a afrontar la remodelación del estadio ante los evidentes signos de deterioro en la estructura y los informes de técnicos municipales de urbanismo que alertaban sobre la falta de seguridad, especialmente en el fondo sur y en preferencia.

En lugar de sacar un concurso público o solicitar la ayuda de la Junta de Andalucía, que ha cofinanciado otros estadios de capitales de provincia, el consistorio gaditano otorgó las obras a la Zona Franca, que preside la propia alcaldesa Teófila Martínez, a cambio de cederle al recinto fiscal gaditano la explotación de los 21.000 metros cuadrados de bajos comerciales que se construirán en el estadio.

La Zona Franca aporta el dinero de antemano (unos 20 millones de euros) y financia por completo la obra, con la premisa de recuperar la inversión mediante la enajenación de la superficie comercial.

Esta operación, que no costaría un solo euro al Ayuntamiento, no ha dado de momento sus resultados, según la oposición municipal. Las primeras gradas se derribaron en marzo del año pasado, justo unas semanas antes de la celebración de las elecciones municipales. Han pasado 13 meses y aún no han concluido los cimientos. La preferencia y la torreta que presidía el estadio se demolieron en octubre de 2003. Desde entonces, se han retirado los escombros y se han comenzado los trabajos también de cimentación, sin que tampoco se hayan visualizado los primeros pilares de los graderíos. Esto ha obligado al Cádiz a afrontar su retorno a la segunda división del fútbol español con un aforo limitado de 14.000 espectadores, que se han cubierto todos los partidos de esta temporada.

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La alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, reconoció la pasada semana que la remodelación no estará lista para el 50 trofeo y que no concluirá hasta al menos febrero de 2005. Justificó el retraso en que se trata de una obra "singular" y un "proyecto de gran envergadura".

"Las obras se concluyen con dinero y, si no hay mayor rapidez, es porque no hay liquidez", afirma Eduardo Lumpié, aficionado cadista y antiguo consejero del club amarillo durante 17 años. De igual manera, se han manifestado los concejales del PSOE e IU.

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