"La caída de los dioses"

"La caduta degli dei" ("La caída de los dioses"). Expresivo titular, el jueves, de La Gazzetta dello Sport. El Milan se ha unido al Madrid y el Arsenal como las grandes víctimas de la sorprendente Champions, subrayaba en el sumario. Pero, evidentemente, el mal de muchos nunca debe ser un consuelo.

"El hundimiento del fútbol italiano". Así se rasgaba precisamente las vestiduras el otro gran periódico deportivo de Italia, Le Corriere dello Sport. "La noche [de Riazor] ha sido una bofetada no sólo para los rojinegros, sino para todos", recordaba haciendo alusión a que los dos finalistas de la edición anterior fueron transalpinos: el Milan, campeón por penaltis, y la Juventus.

Los diarios de información general no se quedaban atrás en sus lamentaciones: "Expulsado de Europa", resaltaba Corriere della Sera, que hacía sangre culpando de la derrota a "las malas decisiones de Ancelotti [Carlo, el técnico]" y a "los impresionantes errores individuales". "Milan, qué desastre: humillado en España", destacaba La Stampa. "Campeones, fuera; Milan, en pedazos", proclamaba La Repubblica.

Maldini y sus compañeros regresaron cabizbajos. Su desfile por el aeropuerto de Malpensa hacia el autocar que les trasladó directamente a la ciudad deportiva de Milanello fue una procesión silenciosa y acelerada. El centenar de tifosi que acudieron a recibirlos respetó en general su tristeza. No hubo reproches. Nadie osó pedir un autógrafo a algún jugador. Todo era consternación y rabia por las semifinales perdidas.

Sólo el consejero delegado del club, Adriano Galliani, abrió la boca ante los periodistas para constatar lo obvio: "Hay que aceptar la derrota y centrarnos en ganar la Liga".