No mareen
Le verdad es que uno pensaba que estas discusiones bizantinas acerca de la lengua habían quedado para entretenimiento exclusivo de la caverna político-mediática. Y que el Consell, presidido por Camps y del que forma parte como consejero de Cultura González Pons, dedicaría su tiempo a otros menesteres más importantes y de más provecho para la ciudadanía. Pero no. Me entero por la prensa de que, ¡todavía, a estas alturas!, el Consell anda a la greña con la Universitat de València por mor de sus Estatutos en lo que se refiere a si catalán o no catalán. Pero, ¡hombres de Dios!, señores president y conseller, uno estaba en el convencimiento de que ustedes eran personas cultas y serias y que, por tanto, no iban a pasar por la vergüenza de que el Tribunal Superior de Justicia tuviese que darles lecciones elementales de lingüística. Según sentencia de éste tribunal, "la licenciatura de Filologia Catalana impartida por la Universitat de València (y también la de Alicante) avala sobradamente el conocimiento de la lengua de esta Comunidad, denominada oficialmente valenciana en su estatuto de Autonomía, y en el ámbito académico, catalana". No hay por tanto que obligar, a estos titulados, a pasar una prueba de valenciano para demostrar que conocen esta lengua y poder opositar a una plaza de profesor. Tampoco tiene la Universitat que corregir sus Estatutos, como pide el Consell, eliminando la denominación de "lengua catalana". ¡Y de País Valenciano! Ya en 1997, el Tribunal Constitucional se pronunció sobre el particular diciendo que el valenciano, "lengua propia de la Comunidad y por ello de su Universidad, podrá ser también denominada lengua catalana en el ámbito universitario". ¿A qué juegan, entonces, el molt honorable president y su conseller? ¿A resucitar pasadas batallitas que intentan reavivar algún libelo cartagenero y algún que otro grupito, a quienes el pueblo valenciano ha reducido a la marginalidad, libelo y grupitos? ¡Con los problemas que tiene planteados el País Valenciano (perdón, pero es mi país, uno no se siente comunero) y nuestros políticos entreteniéndose en marear la perdiz con estos despropósitos! Pero en fin, es lo que tenemos. Si la cosa no da más de sí...
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.