EE UU anuncia una guerra sin cuartel en Irak para destruir a las milicias chiíes

Irak arde de norte a sur. Las tropas estadounidenses libraban ayer en varios frentes del país los combates más encarnizados desde el final de la guerra, con decenas de muertos en uno y otro bando. Los marines se enfrentaban a cientos de insurgentes en las poblaciones del triángulo suní, al oeste de Bagdad. En el sur, trataban de contener, sin éxito, la revuelta chií en un "combate sin cuartel para destruir" a las milicias del clérigo Múqtada al Sáder, según el mando de las tropas de la coalición en Bagdad.

En la conflictiva ciudad de Faluya, de mayoría suní, las fuerzas estadounidenses bombardearon una mezquita y causaron al menos 40 muertos, según testigos citados por las agencias de prensa. El mando norteamericano confirmó el ataque, pero no la cifra de víctimas. Los marines habían cercado Faluya el lunes en busca de los responsables de la muerte de cuatro paramilitares norteamericanos. Un grupo de insurgentes se atrincheró ayer en la mezquita. Apoyados por aviones y helicópteros, los marines atacaron el edificio, en el que, según el mando militar, sólo hallaron un miliciano muerto.

Estados Unidos prometió aplastar a la milicia del líder radical chií Múqtada al Sáder, responsable de la última ofensiva contra los ocupantes. "Los ataques van a ser a conciencia, precisos, y lograrán sus objetivos", aseguró el jefe adjunto de las fuerzas de EE UU, general Mark Kimmitt. Sin embargo, los soldados ucranios cedieron el control de la ciudad de Kut a los milicianos de Al Sáder, y los italianos, siguiendo el ejemplo de los británicos en Basora, negociaron con los rebeldes que el control de la ciudad quede en manos de la policía iraquí. Los radicales chiíes mantenían ayer el control en Kufa y Nayaf, en la que está la base española Al Andalus. Páginas 2 a 4