El azote de los italianos

No se sabe si en honor de ese apellido que no deja lugar a duda sobre sus ancestros, Walter Pandiani se ha convertido esta temporada en el azote de los conjuntos italianos. El delantero uruguayo del Deportivo marcó dos goles a la Juventus en la anterior eliminatoria, uno de ellos el que dio la victoria a su equipo en el choque de vuelta en Delle Alpi y le permitió la clasificación para los cuartos de final. Pandiani también fue el autor del único tanto del Depor en San Siro, con el que se adelantaron los blanquiazules y el que, pese la contundente derrota, aún mantiene la leve esperanza de lograr una proeza en Riazor.

Con Tristán sumido en una crisis galopante de la que no parece encontrar salida y que, semana tras semana, ha agrandado la ojeriza que le profesa una gran parte de la afición, Pandiani concitará esta noche toda la atención. Jugador de pocos recursos técnicos, pero con una combatividad que nunca decae y un excelente remate de cabeza, este uruguayo de 28 años, que durante una época se ganó la vida en el servicio de recogida de basuras de Montevideo, ha aprovechado a conciencia cada minuto que Javier Irureta le ha concedido este curso.

El técnico venía mostrando hasta ahora una paciencia casi infinita con Tristán. Pero la eficacia de Pandiani ha acabado por imponerse. Pese a ser suplente en un buen tramo del curso, lleva diez goles en la Liga y otros cinco en la Copa de Europa, uno más que el mismísimo Ronaldo.

Para el encuentro ante el Milan, Pandiani también evoca el recuerdo de una gesta memorable. Tres cabezazos suyos permitieron hace tres años una remontada imposible del Deportivo ante el París Saint-Germain, al que batió por 4-3 después de ir perdiendo por 1-3. Además, los aficionados a escrutar los signos del destino se han aprestado a resaltar que el árbitro de hoy, el suizo Urs Meier, ya pitó en aquella noche gloriosa.