2016: un reto para la discapacidad en Córdoba
Nuestro Ayuntamiento cordobés está divulgando por diferentes medios de comunicación y, además, solicitando apoyos institucionales, de múltiples entidades y de la ciudadanía en general para que Córdoba sea Capital Europea de la Cultura. Sin lugar a dudas, debemos de conseguirlo, por justicia histórica, por la riqueza y legado conseguido que arrastramos hasta nuestros días de una ciudad única, Córdoba, unión de culturas, fuente de tolerancia, de respeto y armonía. Los ciudadanos tenemos una oportunidad muy importante de sumarnos al tren del progreso cultural para expresar al mundo entero, una vez más, de nuestra identidad universalizadora.
Nuestros bellos paisajes que rodean los pueblos blancos de la provincia, nuestros barrios con monumentos arquitectónicos de gran reconocimiento internacional, como la Mezquita junto a los rincones únicos de la judería, y sobre todo de la sabiduría de grandes autores como Averroes, Maimónides, y otros muchos. Es una cita de interés para nuestro folclore, para la gastronomía cordobesa, y extraer del olvido aquellos autores que dinamizaron y armonizaron diversas culturas, como la cristiana, la judía y la islámica. Debemos de rescatar costumbres de antaño para proyectarlas al futuro de la ciudad, difundir aquellas otras culturas como la sefardita, que aún conservan nuestro antiguo idioma, el ladino. Fomentar nuestros futuros escritores, pintores, escultores, que como caldo de cultivo se realizan en nuestros centros escolares, institutos y comunidad universitaria para que cuando llegue la fecha del 2016 sea todo más accesible a la cultura, a través de todo tipo de arte en exposiciones, conciertos, teatros, y talleres, utilizándose las calles como espacios abiertos y creativos a la cultura de la ciudad y de los ciudadanos. La mejor inversión de una ciudad es invertir en sus propios ciudadanos, con objeto de mejorar su futuro, conjugándolo con una óptima planificación institucional en las áreas de infraestructuras, de economía, del turismo, y la cultura en nuestra ciudad.
Al plantearse este gran evento para el año 2016, es de necesaria justicia incluir en los programas sociales y culturales, a los colectivos de asociaciones con discapacidad intelectual, física y sensorial. Es una loable propuesta de acercar, de integrar a las personas con discapacidad, es un gran esfuerzo institucional y social que propiciará un ejemplo digno a nivel internacional de consolidarnos como ciudad civilizada, que quedará a la altura de dar respuesta a las necesidades de todos sus colectivos en una sociedad democrática y madura en plena convivencia.
En las sociedades modernas, todos dependemos de todos, por lo que las asociaciones de discapacitados intelectuales, de físicos y de sensoriales, pueden aportar sus proyectos sociales para la Capitalidad Cultural Europea. De aquí al 2016, podemos plantearnos la creación de un Foro de Iniciativas 2016 Discapacidad, que podría incluirse en el organigrama de actividades del Ayuntamiento de Córdoba. Es de obligada necesidad al apostar por la eliminación de barreras arquitectónicas que existen en la ciudad, a la vez que en la construcción de futuras viviendas se contemple legislativamente, la accesibilidad para las personas con dificultad física. Dar trabajo más estable a nuestros ciudadanos con discapacidad, aprovechado este evento que sin duda crearan más puestos de trabajo para la ciudad.
Nos queda de momento que el empeño realizado por todos no apague la ilusión puesta en el año 2016, como lo fue del Califato Independiente de Abderraman III, Córdoba merece ser otra vez Capital Cultural de Europa.
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