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Música en 7-D

La profundidad de Rosa Passos anima la Semana Santa

La Semana Santa puede ser una oportunidad para disfrutar de la música en una ciudad semivacía. La brasileira Rosa Passos aprovecha para acercarse ahora a Madrid, lo mismo que la cantante norteamericana Chan Marshall, a la que se la conoce como Cat Power. También estos días hay un hueco para el gospelde Sheilah Cuffy y Ebone, el jazz de la argentina Alejandra Martín o la música sacramental de la India.

Todo el 'swing', samba y 'bossa' de la genial artista siguen vivos en sus últimos trabajos

Tal vez sea la presencia desde hoy hasta el sábado de la brasileña Rosa Passos lo más destacable de unos días marcados por la Semana Santa, con media ciudad deshabitada en la que ni los promotores ni las salas se atreven del todo a programar conciertos. Para colmo, el que iba a juntar mañana los duros sonidos de Monster Magnet, Gluecifer y The Quill se ha suspendido a última hora y sólo quedan visitas como la de Skid Row, hoy mismo, o la de la turbadora Cat Power el miércoles.

- La voz de Bahía. Considerada como la versión femenina del gran João Gilberto, la bahiana Rosa Passos vuelve a Madrid con toda la calidez de su voz y su enorme sabiduría como instrumentista, no en vano tocaba bien el piano cuando apenas tenía cinco años de edad.

Aunque su obra trascendió las fronteras de su Brasil natal en los noventa con discos como Curare o Festa, su carrera comenzó a finales de los setenta recreando a Tom Jobim o Gilberto y con composiciones propias donde destacaba la profundidad de su garganta y el cuidado de sus letras.

En directo, toca la guitarra y canta en un alarde virtuosismo, magia y simpatía que no duda en remitir a sus fuentes y en hacérselo pasar bien al público. Ya estuvo el verano pasado derrochando su arte por los escenarios españoles, donde es admirada por artistas como Santiago Auserón, quien incorpora a su repertorio de jazz con La Fabrica de Tonadas alguna canción de la bahiana.

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Todo el swing, samba y bossa de esta artista genial siguen vivos en sus últimos trabajos, con títulos como Me and my heart o Eu e meu coraçao, que previsiblemente serán sobre los que base sus seis conciertos madrileños.

- Poder felino. Aunque se llama Chan Marshall, se la conoce como Cat Power y su disco You are free es una de las delicias más estimulantes de los últimos tiempos. La voz de esta cantautora norteamericana empezó a cautivar a círculos selectos en los incipientes noventa, cuando el grunge y el ruido hacían furor. Ella contrarrestaba con su voz perturbadora y su sencillez de instrumentos que no por invitar a la mansedumbre y el sosiego perezoso, encerrara menos rabia que lo que imperaba.

- Canciones y duelos. En vista de que hay recelo, o miedo, para programar conciertos en una semana que los madrileños emigran, los cantautores que habitualmente no encuentran acomodo en los escenarios de la ciudad se lanzan a cubrir los huecos con un frenesí inusitado. Una camada viene de Murcia, con Diego Cantero a la cabeza, un artista que sorprendió en el último festival de cantautores celebrado en la murciana villa de Ceutí y que acaba de ser seleccionado para representar a su comunidad en Artistas en ruta, el programa itinerante de la Sociedad de Gestión AIE (Artistas, Intérpretes o Ejecutantes).

Hay otra velada titulada Cantautores del mundo, cuyos organizadores no han precisado de quiénes se trataba, lo mismo que para el que esta noche se celebra en honor de las víctimas del 11-M. El protagonismo que se quiere dar al dolor explica que no se haya querido personalizar en ningún artista en concreto, para que la gente que acuda lo haga en señal de duelo y no solo atraído por las presuntas famas de los celebrantes.

Sí es visible, en cambio, la identidad de la velada del sábado en Galileo, con Salvador Amor, el hijo de Rafael Amor, de cabeza de cartel, y la compañía de artistas como el argentino Andrés Lewin o Los Fulanos de Tal.

Un día antes, en Clamores, habrán cantado Kiko Tovar y Antonio de Pinto, dos cantautores de talento pero escasa suerte.

- Rock del garaje y el metal. La dureza divertida de Skid Row no suple del todo la suspensión de Monster Magnet y Gluecifer previstas para mañana, pero es una ocasión para sumergirse en la energía y las guitarras eléctricas desbocadas. Subhuman es el disco que justifica su visita.

A su lado no desmerece el punki adolescente de los también norteamericanos The Queers, que serán teloneados por Shocker, el grupo de la bajista de L7. Además, hay sonidos garajeros con la banda de Atlanta Forty Fives; punk a la española con DMT, Konsumo Respeto y Kondenados; descaro rumbero y rockero con los madrileños Niño Pájaro, descubiertos en un Trofeo de Rock Villa de Madrid; pop latino con Spanic y hasta sendos homenajes a las canciones de Leño y Faith No More, con los grupos del foro La Leñera y No Más Fe, respectivamente.

- Días de recogimiento. Aunque la Semana Santa no obliga más que a los que creen y profesan una religión concreta, estos días pueden servir también a mucha gente para el recogimiento y hay músicas más propicias para ello. Una podría ser el gospel, como propone Sheilah Cuffy o Ebone. También el jazz, manifestado estos días con la voz de la argentina Alejandra Martín; y hasta la musical sacramental de la India, a cargo de Átmârâmâ.

Además, el jazz latino suena con Jorge Reyes & Afro Cuba Band; la electrónica bailable vuelve a contar con las manos del gurú Cristian Valera, y hay hasta una noche de reggae en Ritmo y Compás. Se trata de unir en el escenario de ese lugar donde se concentran tantos locales de ensayo a grupos como Jamaican Revolution, Camacho, King Kong, Soul Stereo System o Benjamín encandilados con la música que se hace en Jamaica.

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