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CAMBIO POLÍTICO | El nuevo Senado

Los grupos minoritarios apoyan el cambio para la Cámara

Luis R. Aizpeolea

Las palabras "diálogo", "lugar de encuentro" y "mano tendida a todos" fueron ayer pronunciadas profusamente por el nuevo presidente del Senado, el socialista Javier Rojo, en su discurso

de investidura, que fue acogido con aplausos por toda la Cámara.

Rojo, que introdujo palabras en euskera y catalán, siguiendo una tradición ya consolidada en el Senado, en los discursos de investidura, hizo un pronunciamiento de inicio de legislatura acorde con la dificultad de gobernación de una Cámara en la que el primer partido de la oposición, el PP, está a cuatro escaños de la mayoría absoluta y en el que el PSOE ha alcanzado un acuerdo de mayoría con siete partidos muy diversos: CiU, PNV, Coalición Canaria, ERC, IU, BNG y Par.

La complejidad es aún mayor si, como se comprometió Rojo, el PSOE trata de convertir el Senado en Cámara territorial a través de una reforma constitucional en esta legislatura. Ayer, portavoces de todos los grupos que apoyaron a Rojo en su elección reaccionaron con entusiasmo ante su oferta. Así, Iñaki Anasagasti (PNV) dijo que su cometido se centrará en modificar el funcionamiento de la Cámara, que "resulta decimonónico". Pere Macías (CiU) señaló que su principal objetivo será "convertir al Senado en Cámara de las naciones que componen el Estado español". E Isidre Molas (Entesa) insistió en que todos los grupos deben participar en el gran objetivo de esta legislatura, la reforma constitucional del Senado.

Algunas reticencias

Sin embargo, el PP, el único partido que no le apoyó, presenta reticencias. Su portavoz en el Senado, Pío García Escudero, aclaró que su partido no es partidario "por principio" de la reforma constitucional del Senado. "Entendemos que todavía queda un largo camino por recorrer por la vía de la reforma del reglamento del Senado para cambiar la Cámara sin tocar la Constitución".

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Rojo, consciente de las enormes dificultades que su propuesta de reforma constitucional entraña si no cuenta con el apoyo del PP, insistió ayer en un guiño a este partido: "Los cambios institucionales no surgirán por generación espontánea. Vendrán, en gran parte, de la recuperación del diálogo, del sosiego y del reconocimiento del otro, de la propuesta en común de todo los que nos une, que es mucho más que lo que nos separa. Demos ejemplo aceptando el diálogo que nos demandan los ciudadanos".

El PSOE confía en que en el PP se acabe imponiendo la línea de diálogo de Mariano Rajoy y de García Escudero, una vez superado en este partido el desconcierto por la derrota electoral del día 14. Este desconcierto se reflejaba ayer en la mala cara del ex presidente del Senado, Juan José Lucas, del PP, por la pérdida de la Presidencia de la Cámara alta ante la inflexibilidad negociadora de la dirección de su partido.

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