Baja tensión

Sería la lógica, y brusca, bajada de tensión después de las intensas jornadas anteriores, pero lo cierto es que no me causó gran emoción un programa que sobre el papel era at

ractivo.

Esperanza Fernández y Dorantes son artistas muy interesantes. Ella canta espléndidamente no sólo flamenco, sino cualquier género en el que se implique, ya que su arte es dúctil y ella tiene talento para adaptarlo. David Peña, Dorantes, es también flamenco por naturaleza aunque haya elegido el piano como instrumento y le haya dado una entidad en lo jondo que se hallaba un tanto rebajada. Tanto es así que después de la aparición de Dorantes el piano flamenco está volviendo a su ser de épocas anteriores con unos cuantos nombres muy interesantes.

El Pele se instaló en el escenario escoltado por un gran grupo: dos guitarristas, dos percusionistas, saxo y teclista, palmeros y coros. Y comenzó con su cante, a mi juicio su mejor cante de esta noche: un original tema de siguiriyas por bulerías. Después, soleares, alegrías, tangos, bulerías... Pele mantiene incólume ese privilegiado instrumento que es su voz, la cual brilló en algunos momentos con el esplendor que en él era habitual en otros tiempos. Pero me temo que no todo lo que canta ahora, con gran aparato musical, está a su altura. Le oímos incluso alguna canción bastante monótona y monocorde, casi discotequera, con mucho coro y mucho estribillo. Y eso no es, no es.