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Reportaje:EXCURSIONES | Los Albaricoques-Cortijo del Fraile

El rastro de los aljibes

La cultura del aprovechamiento del agua marca el camino hasta el escenario de Níjar (Almería) que inspiró 'Bodas de sangre'

Que nadie se asuste. Los interminables plásticos de invernadero que inundan los campos tres kilómetros antes de llegar a la pedanía de Albaricoques, en el municipio de Níjar (Almería), no están dentro del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. Para alivio de los defensores del parque, conviene saber que ni siquiera Los Albaricoques pertenece al espacio protegido. Por algo dicen los más pesimistas en torno a esta Reserva de la Biosfera (declarada en 1997) que Cabo de Gata-Níjar se convertirá en una isla: la rodeará una jungla invernada que conducirá a la luz.

La delimitación del parque y el inicio mismo de la excursión arranca en un pozo ubicado a la derecha del camino que divide Albaricoques y conduce directamente al Cortijo del Fraile. Desde ese punto ya se manifiesta la idiosincrasia de los campos de Níjar que el escritor Juan Goytisolo describiera con acierto. Ya desde ahí, y también antes de dejar atrás los invernaderos, el paisaje ofrece elementos etnográficos que ayudan a interpretar el pasado más reciente.

Los aljibes de herencia musulmana, a un lado y otro del camino, serán una constante en el recorrido. Estos depósitos, a diferencia de otras estructuras hidráulicas como los pozos o las albercas, recogen el agua de escorrentía y permitieron vivir antaño en una zona desértica y de escasísima agua. Los aljibes aparecerán, como mojones en el camino, en cada cortijada nijareña junto con los pozos o las norias, todos ellos catalogados por la Junta de Andalucía.

La pista de tierra en dirección al cortijo puede recorrerse a pie, en coche o bicicleta, dado que se trata de unos seis kilómetros sin dificultad alguna. Basta con tener los ojos bien abiertos para observar el vuelo de numerosas aves de estepa como las cerreras, las perdices o la bellísima collalba negra, muy apreciada por los ornitólogos. Con algo de paciencia puede incluso verse al águila perdicera en vuelo, el cernícalo pinilla o el halcón peregrino.

Un paseo, a ras de suelo, permitirá observar también especies animales y vegetales insólitas. Una de ellas es el lagarto ocelado, cuya piel dibuja ojos en todo el cuerpo para asustar a los predadores. Del reino vegetal no puede pasar desapercibo el palmito, símbolo de Cabo de Gata-Níjar y única palmera autóctona europea. Ante tentativas de recolección Es importante saber, ante alguna tentativa de recolección, que sólo dañar un palmito conlleva una multa, amén de que está prohibido todo tipo de recogida de especies dentro del Parque.

La caminata entre pitas, piedras y destellos dorados de la tierra conduce hasta el Cortjo del Fraile. Esta cortijada abandonada, tan representativa del modo de poblamiento de la zona, ha alcanzado gran notoriedad por desarrollarse en ella los trágicos sucesos que recogió el escritor Federico García Lorca en Bodas de sangre.

El eco simbólico y literario, unido al preocupante estado de ruina del cortijo, de propiedad privada, envuelven al visitante en un melancólico ánimo que lo zambulle en esa agonía del paisaje. El 22 de junio de 2002 escritores y artistas del Sureste difundieron un Manifiesto por el Cortijo del Fraile en el que pedían su conversión en Museo Etnográfico del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, con especial dedicación al suceso de 1928.

Oro y cereales

- Cómo llegar. Desde Almería se puede tomar la autovía del Mediterráneo en dirección a Murcia y coger la salida 471 hacia San José. En el cruce que se encuentra se toma la carretera ALP 824 hacia Barranquete y San José. Nada más atravesar la pedanía de Barranquete están las indicaciones hacia Albaricoques. Una vez allí se deja el coche para continuar la excursión, aunque la opción de ir con vehículo es factible.

- Qué ver. Las antiguas Minas de Rodalquilar puede ser la siguiente visita, cogiendo de nuevo el volante, si el paseo ha sabido a poco. Sólo hay que continuar el camino que lleva hasta el Cortijo del Fraile. Rodalquilar ofrece los elementos propios de la explotación de un yacimiento de oro: poblado de trabajadores, con iglesia, escuela y viviendas, cuartel de almacenes, edificios de lavado, grandes estructuras de hormigón. Es un ejemplo de arqueología industrial abandonada de espectacular belleza por su estado ruinoso en mimetismo con el paisaje.

- Alternativas. Si se ha llegado hasta el Cortijo del Fraile en coche, existe la opción de tomar el sendero a pie Cortijo de Fraile-Montano-Hornillo. Son casi ocho kilómetros y en el paseo se emplean tres horas. El grado de dificultad es medio. Este sendero conduce hasta los cortijos de Montano y Hornillo.

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