Aznar y las tetas
Los periódicos han dedicado mucho espacio a la visita de los Nobel de Literatura Kenzaburo Oé e Imre Kertész. En televisión, en cambio, su presencia no ha sido proporcional a la relevancia de sus libros. No dan juego. Tipos marcados por Hiroshima o Auschwitz, que necesitan más de diez segundos para desarrollar un pensamiento y que ni insultan ni gritan. Otros libros, en cambio, merecen un tratamiento exhaustivo por parte de la tele. El año en el que trafiqué con mujeres, del seudónimo Antonio Salas, por ejemplo, lleva dos semanas siendo analizado con una meticulosidad que ríanse ustedes de Sánchez Dragó. Tema del libro en cuestión: la prostitución. Género: denuncia-espectáculo.
Mudos
El genio de la mímica Marcel Marceau estuvo en Barcelona y el canal local BTV le dedicó unos breves minutos de atención. Los mimos no pasan por un buen momento. Sus abusos callejeros han alimentado un movimiento de repulsa internacional que concita manifestaciones de antipatía intelectualmente correcta. Resultado: Marceau paga los platos rotos del mal uso que otros hacen de su arte. Su rostro nos permite recuperar la expresividad más primaria del miedo, la rabia, la alegría. En la presentación de su show le preguntaron si podía reproducir esos gestos, y él lo hizo con resignación y profesionalidad. Los resultados confirmaron que adorar el cine sonoro no debería suponer despreciar el mudo.
Sordos
En la entrevista que le hicieron en Tele 5, el presidente en funciones, Jose María Aznar, desplegó otra forma de expresividad: la contención. No es una mala táctica, ya que obliga al espectador a interpretar lo que no se ve y lo que no dicen ni el entrevistado ni el entrevistador. Fue un diálogo de sordos, pero, por suerte, estaba mentalmente preparado: por la mañana había tenido la suerte de ver a Alessandro Lequio en Día a día disertando sobre el siempre complejo tema del pecho femenino. Habló de las tetas "orejas de cocker" y elogió el busto de Ainhoa, ex concursante de Gran Hermano. Cuando le preguntaron por los pechos de Marlene Morreau, Lequio adoptó un tono institucional: "Tiene unas tetas-trampa preparadas para reventar contra el primero que se acerque".
Ciegos
Conversaciones así se producen a todas horas y ayudan a soportar las trágicas noticias que llegan por doquier. En la televisión pública, por ejemplo, Inés Ballester, presentadora de Por la mañana, hablando de María José Campanario, la esposa de Jesulín, le preguntó a su ministra de asuntos chismosos: "¿Es verdad que se ha hecho la lipo?". La lipo es el nombre coloquial de liposucción, proceso consistente en succionar los excesos de grasa de algún mortal. El proceso inverso debería denominarse lipomanía: consiste en lanzar un potente chorro de grasa sobre nuestras neuronas hasta conseguir paralizarlas y producirnos una profunda sensación de paz.
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