Nuevas pruebas señalan a los detenidos como autores del 11-M

La policía ha hallado en una casa de campo de Chinchón, en la provincia de Madrid, nuevas evidencias que relacionan con la matanza del 11-M a varios de los detenidos. Los investigadores han encontrado en ese lugar, situado en los límites con el pueblo de Morata de Tajuña, varios documentos, detonadores estallados o quemados idénticos a los de los atentados, y restos de dinamita convencional gelatinosa Goma 2 ECO, la misma usada en la matanza.

Los investigadores tienen pruebas concluyentes de que en esa vivienda fueron montadas las bombas y que durante la tarde anterior a la masacre fueron activadas allí las tarjetas de los teléfonos móviles utilizados para activar las bombas. Estos terminales fueron comprados, 15 días antes de los atentados, por Jamal Zougam y sus socios en el locutorio telefónico de Lavapiés a Mohamed Bekkali y Mohamed Cahoui. Hasta anoche no se habían cotejado los centenares de huellas encontradas en la casa y no se había comprobado con qué detenidos coinciden. La Comisaría General de Información ha llegado a la conclusión de que los terroristas partieron de la casa de Chinchón al amanecer del 11-M con las mochilas bomba. Fueron en coche hasta Alcalá de Henares, distante unos treinta kilómetros de la vivienda, para dejar en la estación de dicha ciudad las bombas en los cuatro trenes escogidos. Tras cometer la masacre, volvieron a sus casas y trabajos.