Boyer y las viviendas
Me divorcié. Tenía que buscar piso. Poquito antes de mi divorcio, se podía alquilar un piso por 5.000 pesetas. Después, 65.000 pesetas. ¿Qué había pasado? Había millones de pisos vacíos y Miguel Boyer, como creía en dios (el dios Mercado), hizo una ley que dejaba la solución a éste. Nada de nada. Los especuladores y los blanqueadores de dinero negro no los compran para dejarlos cautivos. Este país necesita una Ley de Arrendamientos Urbanos decente. Los Gobiernos del PSOE y del PP no saben, no contestan. Crear un Ministerio de la Vivienda puede ser un marco sin foto. Hagan algo, amados próceres. Nuestros hijos se lo agradecerán.¡Ah! se me olvidaba. In ilo tempore se oía que Miguel Boyer le puso calefacción a la caseta de su perro. Mis mejores deseos para el can. Pero mi piso no la tenía.
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