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El PSOE respeta la dimisión de Martínez y cuestiona el regreso de Javier Arenas

Los andalucistas consideran un castigo la vuelta del dirigente popular e IU, un error

El consejero de Presidencia en funciones, Gaspar Zarrías, mostró su "máximo respeto" por la dimisión de Teófila Martínez, pero puntualizó que el problema del PP en Andalucía no es "una cuestión de nombres". Las declaraciones de Zarrías se produjeron 24 horas después de que calificara a Javier Arenas, sustituto de la presidenta popular, como "el máximo artífice de la estrategia antiandaluza del Gobierno saliente. "Será la vuelta de un perdedor, de alguien que hizo del acoso a Andalucía el centro de la estrategia del PP en ocho años". El PA consideró su regreso como un "castigo" e IU como un error.

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Zarrías se mostró ayer más conciliador que un día antes. Tras la dimisión de Teófila Martínez, deseó que el PP en Andalucía "resuelva pronto la crisis en la que está sumido". "Igual que es importante y necesario un Gobierno fuerte y estable, también es importante en un sistema democrático una oposición fuerte y rigurosa", dijo Zarrías.

Zarrías dijo que la solución del PP no pasa tanto por los nombres como por la definición de un proyecto político alternativo al que les ha llevado a perder las últimas siete elecciones celebradas en la comunidad autónoma andaluza.

Un día antes, cuando se ya se daba por hecho que Javier Arenas se haría cargo del PP andaluz, Zarrías le pidió que deje de hacer "política contra Andalucía". Arenas, según Zarrías, "ha dirigido milimétricamente la operación de acoso a Andalucía en los últimos ocho años y por su mesa han pasado las decisiones que más han dañado a Andalucía", como el no reconocimiento del censo, el "descenso alarmante de las inversiones" o el retraso de siete años en el traspaso de las políticas activas de empleo.

En parecidos términos se pronunció el secretario general del Partido Andalucista (PA), Antonio Ortega, quien opinó que la sustitución de Teófila Martínez por Javier Arenas en la presidencia del PP-A es "un error". Ortega pidió a Arenas que "rectifique su política de agresión a Andalucía". El relevo, a su juicio, supone "un nuevo error de la política del Partido Popular en relación con Andalucía". "No me gusta entrar en las cuestiones internas de otros partidos, pero me ha sorprendido que la que ha sido hasta ahora la presidenta del PP en Andalucía se quede en un puesto ficticio; si ya antes no mandaba, menos va a mandar ahora" destacó. El dirigente andalucista consideró "un castigo para Arenas" que asuma la presidencia del PP andaluz.

El ex portavoz parlamentario de IU y miembro de la dirección andaluza, Felipe Alcaraz, aseguró ayer que la vuelta de Javier Arenas es "forzada", un "dedazo y una decisión no democrática y errónea". "La dimisión de Teófila Martínez se plantea en clave de crisis y la presencia de Javier Arenas es un dedazo. Alguien lo ha designado y no precisamente la dirección andaluza", afirmó.

El dirigente de IU comentó que Arenas empezó en Andalucía a "fundar el centro para, después, pasarse a la parte más derecha del PP y convertirse en la cabeza de las decisiones más antiandaluzas". Como ejemplo, se refirió a la decisión adoptada ayer por el Consejo de Ministros de recurrir la ley de Acompañamiento de los presupuestos de la Junta, bajo presidencia de Javier Arenas.

Agarrada a Cádiz

Teófila Martínez deja la presidencia del PP andaluz cinco años después de acceder a ella y tras haber obtenido, el pasado 14 de marzo, los peores resultados de esta formación en los últimos 10 años. Tras las elecciones autonómicas, el PSOE ha recuperado la mayoría absoluta y el PP se ha quedado en 37 diputados, nueve menos que en los últimos cuatro años.

En sus cinco años como presidenta del PP andaluz, Martínez ha vivido bajo la sombra de Javier Arenas, el verdadero líder de esta formación para la mayoría de los dirigentes de la comunidad. En este tiempo, Martínez se ha agarrado, sobre todo, a la alcaldía de Cádiz, un puesto al que no ha querido renunciar pese a las voces internas que se lo pedían. Su discurso a menudo estridente le ha propiciado fuertes críticas dentro y fuera del PP. En las últimas elecciones, se negó a conceder entrevistas a medios de comunicación como la Cadena SER o este periódico.

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