Si no pagas, no juegas

David Bauzá, de 27 años, centrocampista del Sporting de Gijón, aspirante al ascenso a la Primera División, no podrá jugar el próximo domingo con su equipo si antes no salda una deuda con su anterior representante, Ramón Paris Guau. La Federación Española de Fútbol notificó el pasado lunes la suspensión de la licencia del jugador, al que su ex agente reclama 36.040 euros.

El futbolista explicó que en 2000, cuando fichó por el Badajoz, firmó un contrato con Paris hasta noviembre de 2002. Pero a principios de ese año, al considerarse "desatendido" por él, estableció contacto con la empresa Boss, perteneciente a Julio Prieto, ex jugador del Atlético. Así, esta firma pasó a ocuparse de él antes de fichar por el Sporting, en el verano de 2002.

Por su parte, Paris adujo que el contrato que rubricó con Bauzá establecía que, para romperlo, el jugador debía avisarle dos meses antes de su final. "Bauzá", añadió Paris, "no me comunicó nada y, aun así, se comprometió con una empresa, lo que no reconoce la FIFA. La FIFA sólo admite personas como agentes oficiales de los jugadores y, además, Julio Prieto no figura en ella". Paris apuntó también que esa sociedad percibió una comisión de 24.000 euros por el fichaje de Bauzá por el Sporting.

Paris reclamó a Bauzá 36.040 euros a través del Comité Jurisdiccional de la Federación Española, pero el futbolista creyó que renunciaría al cabo a su reclamación. Por entonces Paris había dejado en suspenso su licencia de agente para ejercer como secretario técnico del Espanyol, pero, una vez que dejó de serlo, retomó esa actividad. Bauzá también contó que el caso parecía resuelto después de que los abogados de Paris y de la empresa Boss llegaran a un acuerdo por 9.000 euros. "Sí, se llegó a un pacto, pero el jugador no quiso pagar tampoco esa cantidad", alegó Paris.

El Comité Jurisdiccional, en aplicación del reglamento de los agentes de jugadores de la FIFA, siguió adelante con el expediente y el 3 de abril de 2003 condenó a Bauzá a abonar los 36.040 euros a Paris. Bauzá no hizo efectivo el pago de dicha deuda y entonces intervino la Federación Española, que el 9 de julio de ese año ya dejó en suspenso la licencia del futbolista.

Bauzá recurrió entonces al Comité Español de Disciplina Deportiva (CEDD), que el 29 de agosto de 2003 acordó la suspensión cautelar de la medida y Bauzá pudo, pues, seguir jugando en el Sporting. Pero el CEDD resolvió el caso el 30 de enero de este año desestimando el recurso del jugador "por incompetencia funcional, al tratarse la materia de cuestión ajena al orden disciplinario deportivo". Finalmente, el lunes pasado, la Federación Española notificó a Bauzá la suspensión de su licencia y también que su resolución "agota la vía deportiva".

Los representantes actuales de Bauzá intentan llegar a un acuerdo con Paris para resolver el problema.

Las repercusiones del caso afectan tanto a Bauzá como al Sporting, cuyos dirigentes se quejan de que no tienen nada que ver con el asunto.

La pasada temporada se presentó una situación similar con Sandro y el Polideportivo Ejido y el club almeriense la solucionó pagando la reclamación.