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El nuevo filme de Pedro Almodóvar

Le debo a un inteligente y divertido cuestionario de Jaume Figueras para el programa Cinema 3 el haber roto un silencio de casi 10 años sobre la obra de Pedro Almodóvar. Después de escribir el libro El cine de Pedro Almodóvar en el lejanísimo año 1987, me convertí sin quererlo en la experta en su obra. Esta situación duró hasta 1994 en que por distintos motivos decidí dejar de hablar o escribir en público de su cine o de su persona. He mantenido este silencio hasta ahora. Ha sido el estreno de su última película, La mala educación, y la provocación de Jaume Figueras los que me han llevado a decidirme a volver sobre él.

La verdad es que las circunstancias en las que vimos la película en el pase de prensa en Barcelona el 11 de marzo de 2004 no eran las más adecuadas para ver una comedia. El cielo plomizo, cargado de grisura y de dolor que se cernía sobre todos los que asistimos a ese pase después de saber las primeras noticias del atentado de Atocha, se hizo aún más negro y doloroso cuando a la salida nos enteramos de la magnitud que estaba alcanzando la tragedia de Madrid. No era una buena situación para ver una película, y menos una comedia. Sin embargo, la vimos, y yo particularmente sentí cercano el Pedro Almodóvar que había conocido en sus primeros años, al que vislumbraba de vez en cuando en momentos privilegiados de sus filme, como la canción de Marisa Paredes en el pueblo en La flor de mi secreto, o la canción de Caetano Veloso en Hable con ella, o la sonrisa de Penélope Cruz cuando acaricia a su perro y se despide de su padre en Todo sobre mi madre.

De todos modos, nada me impulsaba a escribir sobre la película o a opinar más allá del simple "me gusta o no me gusta" con que se resuelven las conversaciones a la salida de una proyección... Hasta que llegó Jaume y me planteó un cuestionario que me obligó a pensar en la película de otra manera y como efecto colateral me estimuló a escribir un artículo sobre ella.

Veamos el cuestionario. Comienza preguntando:

¿Cuál es la mejor virtud de La mala educación? Mi respuesta fue: el ser igual a sí mismo siendo completamente distinto. Esto quiere decir, simplemente, que Almodóvar, como en algunas otras ocasiones, sigue fiel a sus constantes (travestidos, boleros, colores, melodrama), pero los dosifica mucho mejor y los sabe administrar para que se le reconozca sin sentir que ya se le ha visto.

¿El peor defecto de La mala educación? La respuesta me salió casi automática: el final. Si el final de la película dentro de la película es justificado, el final de la película real no debería haber caído en la fácil trampa de un macguffin demasiado evidente. De todos modos, debo añadir que el último plano con la figura de Fele Martínez me parece de lo mejor del filme.

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¿Crees que es un filme anticlerical? En absoluto. Lo que se cuenta pasa, y pasaba, y pasará en cualquier centro donde haya personas del mismo sexo recluidas y encerradas sin comunicación exterior. ¿No se acuerdan de El joven Torless? En cualquier colegio de internos, no hace falta que sean curas, se producen hechos como los que se cuentan en el filme. Otra cosa es que el tema sea suficientemente atractivo para echar leña al fuego y que haya quien pique y lo atice aún más. Pero en absoluto es un filme anticlerical. ¿Se la puede considerar La ley del deseo 2? No tuve que reflexionar mucho para encontrar la respuesta. La mala educación es una precuela de La ley del deseo. Lo que se cuenta en ella sucede en el tiempo antes de lo que pasa en La ley... Eso las une, pero de una forma especial y distinta.

¿Qué piensas de Gael García Bernal? Me salió del alma. Es muy guapo pero se le nota incómodo. Gael no tiene aún la madurez necesaria para asumir un papel lleno de matices de maldad y de engaño. Es demasiado limpio, demasiado ingenuo para entender todos los tonos que ese Ignacio / Juan necesitaba. Pero no importa, porque su incomodidad aporta al personaje una cierta ambigüedad que también funciona.

¿Qué piensas de Fele Martínez?Me gusta mucho, pero... hay un pero que nada tiene que ver con su interpretación. Fele tiene la edad del personaje, pero no tiene la madurez (como Gael) que necesita ese director de cine. Y es que 25 años no pasan en balde y los 30 años del año 1980 no son lo mismo que los 30 años del año 2004. La adolescencia dura mucho más y Fele, por mucho que quiera, no ha vivido lo mismo que Pedro a los 30 años.

¿Qué pasará en Cannes? Que será un éxito polémico. A los franceses les encantará, pero les provocará. En el fondo son muy puritanos y a los demás periodistas les sorprenderá que no hable de mujeres.

Hablando de mujeres, ¿qué piensas del mundo masculino que retrata en el filme? Esta pregunta me hizo pensar un rato y llegué a una conclusión: Almodóvar siempre está hablando de un mundo masculino aunque sus protagonistas sean mujeres de todo tipo. Simplemente, no es el mundo masculino convencional, sino otro, tan masculino o más, que toma como referentes a las mujeres para mirarse como en un espejo. Lo que pasa es que en esta película Pedro ha decidido hablar directamente, sin intermediarios. Por eso casi no hay mujeres, con tres excepciones: la madre, la abuela, papel pensado para su madre o con su madre en la cabeza, y la chica del vestuario, Leonor Watling, que sin decir más que una palabra en toda la película ocupa un lugar fundamental.

La última pregunta de Jaume Figueras era: ¿Es La mala educación un autorretrato? Sí. Como todas sus películas. Se puede reconstruir la biografía de Almodóvar con sus películas. La mala educación no es más que una forma más clara de seguir contándonos lo que le pasa.

El cuestionario acababa aquí y aquí termino estas líneas que me han hecho volver a Pedro Almodóvar. La única ventaja que tiene el paso del tiempo es que uno puede recapitular sobre sus decisiones y replantearse cosas que parecían inamovibles. Yo lo he hecho al decidirme a hacer públicas estas reflexiones.

Nuria Vidal es crítica de cine.

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