Llevar el AVE al aeropuerto retrasará dos años el proyecto

La propuesta de Pasqual Maragall de construir la estación del AVE dentro del aeropuerto y no en el centro de El Prat supondrá un mínimo de dos años más de retraso en la llegada del tren a Barcelona. Los técnicos de Política Territorial se pusieron a trabajar ayer mismo en el diseño defendido por el presidente de la Generalitat, aunque nadie se aventuró a precisar si la estación estará en la terminal nueva o en la vieja. El alcalde de El Prat (ICV) lamentó ayer la falta de lealtad de Maragall al anunciar la decisión sin haberle consultado.

El anuncio hecho por Maragall satisface al empresariado catalán, que siempre defendió esa propuesta y que vio como se hundía tras una extraña reunión entre el entonces presidente catalán, Jordi Pujol, y el ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos. De ese encuentro salió la propuesta de un trazado directo a Barcelona y un bucle al aeropuerto. Posteriormente, el propio Gobierno catalán dio marcha atrás. El resultado fue un acuerdo firmado por Fomento, la Generalitat, los ayuntamientos y el Consejo Comarcal, que incluía una estación en el centro de El Prat. Este proyecto, que era el decimotercero que se elaboraba para el paso del AVE por el Baix Llobregat, ha sido ya sometido a exposición pública y se han realizado estudios medioambientales. La propuesta de Maragall supone retornar al punto cero.

Redefinir espacios

Volver a empezar por el principio: estudio de impacto ambiental (ni uno sólo ha supuesto menos de un año en la zona del delta), redacción de nuevos proyectos constructivos, y con el agravante de que hay trabajos ya decididos. Por ejemplo, se ha licitado ya el proyecto de la nueva terminal, que tiene en cuenta llegadas de metro y de trenes de Cercanías, pero no prevé una estación para el AVE. Si debe tenerla, hay que frenar los trabajos y redefinir los espacios, aunque no está claro que la estación deba estar ahí. Cabría que se construyera junto a la vieja terminal, tesis que en su momento defendieron los municipios de la comarca. El problema es que ese espacio ha sido ya ocupado por aparcamientos de reciente construcción. Puede abordarse el proyecto de una estación soterrada, pero es enormemente complejo en un terreno con inmensas dosis de agua en el subsuelo.

Los técnicos del Departamento de Política Territorial están ahora trabajando en analizar los pros y los contras de cada posibilidad, sin atreverse a pronunciarse en un sentido o en otro. Trabajan tratando de compaginar "la voluntad del presidente, los intereses de El Prat y el calendario, que exige que el tren llegue a la frontera en 2009", según fuentes de Política Territorial.

Una vez decidida la ubicación de la estación vendrá la segunda parte: convecer a quienes no ven con buenos ojos el plan. En ese bando está el Ayuntamiento de El Prat, que ayer hizo público un comunicado criticando aceradamente la propuesta de Maragall, en el fondo y en la forma. Cabe que esté también el Ministerio de Fomento porque la modificación supone un encarecimiento del proyecto.Lluís Tejedor, alcalde de El Prat, acusó ayer a Maragall de "falta de respeto institucional" por no haber comunicado siquiera al municipio afectado más directamente la intención de introducir cambios en el proyecto. El Prat había planificado el futuro urbanístico de la población en función de la estación prevista y teniendo en cuenta la llegada las líneas de metro y la adecuación de las de Cercanías. El municipio ha trabajado dos años en un proyecto que ahora queda herido de muerte.Las críticas de Iniciativa son de dos tipos. Primero: Maragall no informó antes al resto del Gobierno ni al municipio de El Prat, como hubiera sido exigible. Segundo: el cambio de proyecto pone patas arriba todos los trabajos efectuados hasta ahora. Rompe un acuerdo logrado con dificultad, pero que suponía una solución pactada, y abre montones de incertidumbres: sobre la propia estación, acerca de la organización del aeropuerto, respecto a los criterios de movilidad desde el aeropuerto de El Prat hacia Cataluña en general y hacia Barcelona y el resto de la comarca en particular.

"Lamentamos y denunciamos la evidente falta de respeto institucional que representa comunicar a la opinión pública un cambio de criterio tan relevante en un asunto tan complejo, estratégico y opinable para Cataluña, la comarca del Baix Llobregat y también para la ciudad de El Prat, haciéndolo de forma unilateral, sin ningún tipo de diálogo ni información previa", afirma el comunicado de Tejedor. En su opinión, la estación en El Prat era para Barcelona y el Baix Llobregat. En el aeropuerto no se sabe para quién será.

Esquerra Republicana, en cambio, expresó su satisfacción por el anuncio de Maragall. Quizá hubiera tenido que anunciarlo al Gobierno, dijo el diputado electo Joan Tardà, de la ejecutiva republicana en la comarca, pero la solución propuesta por Maragall contribuye a resolver una situación problemática creada por la intransigencia del Ministerio de Fomento durante la etapa del gobierno del Partido Popular. Tardà sostuvo que esta solución representa un ahorro para el Gobierno catalán ya que debe ir a cargo de Fomento. También el líder de CiU, Artur Mas. aplaudió la propuesta de Maragall.