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Un acusado de asesinato alega que la muerte fue fortuita

La Audiencia de Alicante enjuicia desde ayer a un hombre acusado de asesinar a otro, el 15 marzo de 1997 en Alicante, cuando trataba de recuperar una caja, cuyo contenido se desconoce, y que previamente le había entregado a la víctima. El fiscal pide una pena de 17 años por un delito de asesinato; y dos años y medio más, por tenencia ilícita de armas.

En la vista oral, J. S. A. adujo que el fallecido, en compañía de otro individuo, le asaltó a punta de pistola, en su taller de coches, y le robó una caja de galletas que, según el incriminado, contenía 9.000 euros (cuando, durante la investigación, la Guardia Civil recuperó la caja sólo había restos de cocaína). Cogido el botín, los dos ladrones se subieron a un coche para emprender la huida. Fue entonces cuando según el imputado, corrió hacia el vehículo de los dos individuos y se introdujo en él para recuperar el dinero robado. El procesado comenzó a forcejear con el otro acompañante, que portaba una pistola, hasta que recuperó de nuevo la caja. "[En la lucha] hubo, por lo menos, un disparo", señaló. Y a renglón seguido, matizó: "Yo no sabía que Antonio había muerto". Según el fiscal del caso, el acusado encañonó con un arma corta a su víctima y le ocasionó la muerte.

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