Cine, televisión y jornada de reflexión

Ahora que la normalidad va recuperando poco a poco el espacio que le corresponde, que los derrotados ante las urnas ya han encontrado a los culpables (PRISA, Tele 5 y Almodóvar, de momento), con el alivio que conlleva el saber que los errores y torpezas son ajenas; ahora que asistimos, deslumbrados, a los análisis que surgen de la sabiduría acumulada en mentes tan preclaras como las de la ministra de Educación y Cultura en funciones, que no duda en afirmar que la culpa del fracaso es de quienes habitualmente no votaban y esta vez sí lo habían hecho, o en la del mentecato Álvarez del Manzano, ex alcalde de Madrid, para quien todos aquellos que decidieron cambiar el sentido de su voto como consecuencia del acto de terrorismo, han colaborado con el terrorismo; ahora que nuestro valiente y aguerrido presidente en funciones no aparece ni por los funerales ni por las finales de la Copa, ni visita los hospitales... aunque no dudamos en que sí aparecerá en su particular plaza de Oriente de Vista Alegre el próximo 27 de marzo; ahora que quienes sintieron en su carne y en su espíritu la crueldad de la que puede llegar a ser capaz el ser humano y sólo encuentran algún consuelo a su dolor en la inmensa solidaridad de la que también es capaz el ser humano, ahora es el momento, quizás, de recordar un par de detalles de estos últimos días.

TVE, al parecer, no encontró nada mejor para propiciar la tranquilidad ciudadana en un día tenso e intenso, el mismo en el que muy poco antes Mariano Rajoy, candidato del PP, nos alertaba de lo ilegítimo e ilegal que era el manifestarse en la jornada de reflexión ante las sedes de su partido exigiendo saber la verdad sobre la autoría de los atentados del jueves. En realidad, TVE tampoco había encontrado nada mejor el día anterior, viernes 12 de marzo, fecha en la que finalizaba legalmente la campaña electoral, puesto que decidió ceder a Telemadrid, cadena gobernada por el PP, los derechos de emitir una sola vez el mismo filme. Es decir, que los madrileños pudimos reflexionar dos veces en 24 horas sobre nuestra intención de voto mientras contemplábamos una película sobre la barbarie de ETA. La rectitud del comportamiento de los responsables de TVE quedó demostrada al interrumpir la emisión de Asesinato en febrero en la noche del sábado para dar paso al ministro del Interior, Ángel Acebes, quien anunciaba que un autodenominado portavoz de Al Qaeda reivindicaba la masacre del 11-M, tras lo cual continuó la proyección.

Un portavoz de TVE justificó la decisión como homenaje a las víctimas y como alegato contra el terrorismo, independientemente de quien hubiera sido responsable de la masacre del jueves en Madrid. La Fundación Fernando Buesa no compartía ese criterio, pues en el mencionado comunicado declaraba también que "no podemos callar cuando se pretende de forma artera que la verdad se convierta en otra víctima más de esa barbarie. Y menos aún cuando se trata de utilizar la memoria de dos víctimas del terrorismo con fines electorales", opinión de la que no se tiene noticia haya sido recogida ni por Telemadrid ni por TVE.

Tampoco se conoce si la Junta Electoral Central tiene previsto hacer alguna indagación sobre las improvisadas decisiones de los responsables de las dos cadenas públicas en días tan señalados, al menos no con la diligencia que demostró la Junta Electoral de Zona de Madrid en confirmar a elmundo.es que estaba investigando la incomparecencia de Almodóvar como vocal de una mesa electoral, por lo que al no hacerlo tendrá que asumir la correspondiente multa salvo que con la ayuda del fiscal general y algún patriota más -por ejemplo, los mismos que ovacionaron en el Congreso de los Diputados, y desde su mayoría absoluta, la valiente decisión gubernamental de participar en la guerra preventiva de Irak- tengan aún tiempo para modificar la normativa vigente y se permita quemar públicamente a los miserables. En honor a la verdad hay que recordar que la Junta Electoral de Ibiza sí decidió prohibir a instancias del PP local la proyección en un salón municipal del filme colectivo Hay motivo.

Probablemente, ningún partido político o ciudadano denunció las emisiones de las cadenas públicas, aunque también es verdad que, al haberse producido por sorpresa en las noches del viernes y el sábado, la denuncia habría tenido que realizarse el domingo 14 de marzo. Prefirieron votar.